El historiador Christian Ricardo García Martínez denunció el impacto negativo de la gentrificación y el consumismo en el Día de Muertos de Guanajuato, y advirtió que la festividad se ha transformado en un “producto de consumo instagrameable”.
El historiador Christian Ricardo García Martínez, radicado en Guanajuato, expresó su condena a través de redes sociales respecto al fenómeno de gentrificación y consumismo que ha impactado la festividad del Día de Muertos en la región. Según García Martínez, en los últimos años se ha adoptado una tendencia consumista que vuelve a la tradicional fiesta para rendir homenaje a los muertos en un «producto de consumo instagrameable”.
A través de su cuenta en «X» (@christianrg01), el historiador enfatizó que “el festival de Día de Muertos en Guanajuato es un claro ejemplo de cómo esta festividad se ha vuelto un producto de consumo, algo ‘instagrameable’”. Este proceso, aseguró, se evidencia en la adopción de elementos panculturales nacionalistas que no son propios de la región, que incluyen la incorporación de altares estilizados, catrinas monumentales y desfiles masivos que responden más a una lógica turística que a las prácticas históricas locales.
El festival de día de muertos en Guanajuato es un claro ejemplo de cómo esta festividad se ha vuelto un producto de consumo, algo «instagrameable».
Este proceso se evidencia en la adopción de elementos panculturales nacionalistas que no son propios de la región pic.twitter.com/UygZCqTQu6
— Historiador de ocasión (@christianrg01) November 2, 2024
La turistificación, adviertió, ha provocado que los rituales locales se simplifiquen para su consumo, transformando símbolos religiosos en meros elementos decorativos y convirtiendo espacios en escenarios para el entretenimiento masivo. “Este proceso ha resultado en la creación de ‘paquetes culturales’ estandarizados que priorizan la espectacularidad sobre la autenticidad”, afirmó García Martínez.
Además, señaló que las autoridades y operadores turísticos de Guanajuato han institucionalizado nuevas prácticas presentándolas como ancestrales, manifestándose en la creación de festivales temáticos, rutas turísticas específicas y programas culturales oficiales que construyen una continuidad histórica artificial con el pasado.
García Martínez también adviertió sobre las condiciones sanitarias de la celebración, mencionando que “el escenario central es la calle subterránea, un ex drenaje, que representa un riesgo sanitario significativo. La infraestructura mantiene condiciones de humedad y filtración que, combinadas con su deficiente ventilación, crean un ambiente propicio para la proliferación de bacterias y hongos potencialmente peligrosos para la salud de los miles de visitantes que la recorren y consumen alimentos durante las celebraciones”.
La crítica de García Martínez invita a reflexionar sobre la verdadera esencia del Día de Muertos y su transformación en un evento más enfocado en el consumo y el espectáculo que en el respeto a la tradición y a los muertos que se honran en esta festividad. Uno de los eventos más representativos de la interpretación consumista del Día de Muertos es el implementación del desfile en la Ciudad de México, luego de que se filmó en la Capital «007: Spectre», película de la saga de James Bond que fue estrenada en 2015, en la que se incorporó un desfile ficticio acorde con la cultura estadounidense.