Tras recuperarse de los estragos de la tormenta tropical Nadine, los habitantes de Chilón, Chiapas, ahora enfrentan una nueva crisis: el agua potable en la cabecera municipal ha sido contaminada con una sustancia desconocida, vertida intencionalmente en los tanques de almacenamiento. Las autoridades locales han emitido una alerta urgente, pidiendo a la población que evite consumir o utilizar el agua hasta que se esclarezca la situación y se logre restablecer la seguridad del suministro.
«Comunicado Urgente!⚠️ Se le informa a la población de la cabecera de Chilón que, de manera urgente, se abstenga de utilizar el agua que está llegando a sus hogares por las tuberías. Se ha detectado una sustancia extraña vertida en los tanques de almacenamiento, la cual ha fluido por las redes de distribución.
«Pedimos la participación de la ciudadanía para evitar consumir o utilizar el vital líquido hasta nuevo aviso. En estos momentos, personal de agua potable y del ayuntamiento de Chilón ya están trabajando para analizar la sustancia y darle solución a este suceso», indicó el municipio.
Este incidente se suma a los efectos recientes de la tormenta tropical Nadine, que azotó la región, provocando daños en la infraestructura de agua y saneamiento. Bajo la dirección del presidente municipal, el profesor Mario Hernández Aguilar, el área de Obras Públicas realizó labores de saneamiento en los barrios de Guadalupe Tepeyac, San Antonio Centro y Linda Vista que incluyeron limpieza de conductos de aguas negras, mantenimiento de canales y revisión de rejillas.
Chilón es un municpio que padece deficiencias estructurales en el servicio de agua potable y saneamiento en las zonas rurales. La operación y mantenimiento de estos sistemas es deficiente debido a una baja recaudación de tarifas, señalan expertos. Además, la colaboración entre las comunidades para el mantenimiento es escasa, lo que ha resultado en el deterioro de las infraestructuras y en la contaminación de cuerpos de agua, generando riesgos para la salud pública.
En 2015, indígenas tseltales de Chilón y el vecino municipio de Sitalá iniciaron un proceso de autonomía basado en sus usos y costumbres, distanciándose del sistema de partidos políticos. Actualmente, el municipio cuenta con once centros de atención comunitaria en localidades como Bachajón, Chilón, San Jerónimo T’ulil Ja y Pamanabil. A través de este gobierno comunitario, integrado por representantes de las 138 comunidades tseltales, se busca el Lekil Kuxlejal o «buen vivir».
