Christian de Jesús Rojas, un estudiante de Medicina de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, golpeó a su novia, Melanie Barragán, durante una fiesta de Halloween en la colonia Revolución Verde, dejándola con lesiones graves tras una confrontación.
La fiesta avanzaba en un ambiente de disfraces y música, hasta que Melanie, estudiante de Enfermería, observó algo que la incomodó. Su novio estaba acosando a una de sus amigas, y ella, decidida a frenar la situación, lo enfrentó. Fue entonces cuando Rojas reaccionó con una violencia que nadie esperaba. Los testigos no pudieron evitar la agresión, que quedó grabada en video y pronto se hizo viral en redes sociales, encendiendo la indignación de miles de personas.
Melanie fue golpeada por Christian de Jesús con tal brutalidad que le fracturó la mandíbula, la nariz y le causó daños severos en el ojo izquierdo. Fue trasladada de inmediato al hospital, donde los médicos trabajaron durante cinco horas para reconstruir el daño en su rostro. A las 7:00 de la mañana, los cirujanos comenzaron el delicado proceso de estabilizar las fracturas, colocando una malla en su pómulo y reconstruyendo el área ocular. Su madre, María del Socorro, con la voz quebrada por la tristeza y la impotencia, desmintió los rumores de captura de Rojas y exigió justicia.
La Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas inició una carpeta de investigación y puso en marcha la búsqueda del agresor, quien hasta ahora se encuentra prófugo. En un esfuerzo por acelerar su captura, la fiscalía anunció una recompensa de 200 mil pesos a quien brinde información útil para localizarlo. El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, no tardó en pronunciarse: “Lamento profundamente la agresión que ha sufrido Melanie de Jesús. En Tamaulipas, no toleramos ninguna forma de violencia de género y estamos decididos a que este cobarde acto no quede impune”, indicó.
La Diócesis de Tampico también emitió un comunicado tras los rumores que surgieron en redes, donde se especulaba que el agresor seguía vinculado a un grupo religioso. La institución aclaró que Rojas, efectivamente, había pertenecido a un grupo católico hace cinco años, pero desde entonces no mantenía relación alguna con ellos. En su mensaje, la diócesis expresó sus oraciones por la recuperación de Melanie y rechazó cualquier forma de violencia.
Mientras tanto, la solidaridad en redes sociales se ha convertido en una manifestación de apoyo a la joven y en una exigencia de justicia. El hashtag #JusticiaParaMelanie ha reunido miles de mensajes de apoyo y de condena hacia Rojas, en un clamor que resuena fuerte en todo Tamaulipas y que exige el cese de la violencia de género en una sociedad que parece, cada vez más, normalizar este tipo de actos.