The Guardian y La Vanguardia abandonan X: por aumento de desinformación y contenido extremista

The Guardian y La Vanguardia abandonan X: por aumento de desinformación y contenido extremista

The Guardian ha decidido abandonar su presencia oficial en X (antes Twitter), argumentando que la plataforma se ha vuelto un espacio tóxico donde proliferan teorías de conspiración y discursos de odio. La decisión refleja un cambio estratégico en cómo los medios evalúan su relación con las redes sociales, marcando el fin de una era en la que Twitter revolucionó la difusión de noticias en tiempo real.

En un movimiento que marca un hito en su estrategia digital, The Guardian anunció que dejará de publicar contenido en sus cuentas oficiales de X (antes Twitter). La decisión, según el medio, responde a un análisis prolongado sobre los riesgos y beneficios de estar en la plataforma, concluyendo que los aspectos negativos superan a las ventajas. Esta medida no solo resalta los desafíos actuales para los medios en redes sociales, sino que invita a reflexionar sobre cómo se transformó la relación entre el periodismo y el entorno digital desde la llegada de Twitter.

Una decisión meditada

En su comunicado, The Guardian destacó que la plataforma, especialmente bajo el liderazgo de Elon Musk, se ha vuelto un espacio marcado por contenidos tóxicos, incluyendo teorías de conspiración de extrema derecha y racismo. A esto se suma el impacto de la campaña presidencial de Estados Unidos, que amplificó estas problemáticas. Aunque el medio reconoció que algunos usuarios seguirán compartiendo sus artículos y que podrían incluir contenido de X en reportajes, su enfoque estará ahora en redirigir el tráfico a su sitio web y fomentar la interacción directa con los lectores.

La Vanguardia ha decidido suspender sus publicaciones directas en X (antes Twitter), sumándose a The Guardian en una retirada de la plataforma debido a la creciente viralidad de contenidos tóxicos y desinformación. El diario español argumenta que X se ha transformado en un espacio donde proliferan teorías conspirativas y discursos de odio sin una moderación adecuada, creando un entorno adverso a los derechos humanos y la integridad informativa.

El papel de Twitter en la revolución mediática

La salida de The Guardian contrasta con el entusiasmo inicial que despertó Twitter en el sector mediático cuando debutó en 2006. En sus primeros años, la plataforma atrajo rápidamente a organizaciones como la BBC, CNN y The New York Times, que vieron en ella una oportunidad para distribuir noticias en tiempo real y generar interacción directa con el público.

Twitter ofreció a los medios una herramienta única: el microblogging permitió a periodistas cubrir eventos en vivo, como protestas, desastres naturales o elecciones, de manera ágil y sin intermediarios. Además, su capacidad para viralizar contenido ayudó a impulsar reportajes a una escala global.

La evolución de la relación medios-Twitter

Con el tiempo, la relación entre los medios y Twitter se volvió más compleja. Aunque la plataforma democratizó el acceso a la información, también dio espacio a la desinformación, el discurso de odio y las campañas de manipulación. A pesar de los esfuerzos por moderar contenido, estos problemas se intensificaron tras la compra de la red por Musk en 2022, quien flexibilizó las políticas de moderación y redujo recursos dedicados a combatir noticias falsas.

Para medios como The Guardian, las implicaciones fueron claras: su presencia en X comenzó a representar un riesgo para la confianza en el periodismo que promueven. Esto refleja una tendencia entre otras organizaciones, como NPR y CBC, que también redujeron su participación en la plataforma por motivos similares.

¿Qué sigue para el periodismo digital?

The Guardian apuesta ahora por priorizar su sitio web y explorar otras redes sociales donde considere que los beneficios superan los riesgos. Esta decisión plantea un desafío para el periodismo: encontrar espacios digitales donde puedan mantener su alcance y credibilidad sin comprometer sus valores.

La salida de X por parte de medios influyentes como The Guardian podría ser un punto de inflexión en cómo los periodistas y las organizaciones evalúan su relación con las redes sociales. El futuro del periodismo digital, aunque prometedor, estará marcado por la necesidad de equilibrar la innovación tecnológica con el compromiso ético que define la profesión.

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