La Oficina de la ONU documentó durante el primer trienio del 2022 cinco casos de asesinatos de periodistas y un trabajador de medios, donde hay una posible relación entre su oficio con las agresiones que sufrieron. Además de que tienen otros dos casos en proceso de verificación.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), condenó, a través de un comunicado, los asesinatos recientes de activistas y periodistas en México.
Guillermo Fernández-Maldonado, representante del organismo internacional en México, señaló que los asesinatos de defensores de Derechos Humanos (DDHH) reflejan el contexto de inseguridad y violencia que acontece en México y pidió a las autoridades que adopten medidas que si sean efectivas, y que garanticen la seguridad de las personas defensoras.
«Es de vital importancia que las autoridades adopten medidas efectivas para cumplir con su obligación de garantizar la protección y seguridad de las personas defensoras frente a cualquier posible amenaza, amedrentamiento o agresión”, señaló Fernández-Maldonado.
El 7 de marzo, fue asesinado el defensor de DDHH, José Trinidad Baldenegro. Un grupo de hombres armados ultimó a balazos al activista en la comunidad de Coloradas de la Virgen, del municipio de Guadalupe y Calvo Chihuahua donde se han registrado una serie de crímenes similares. Los agresores también quemaron su vivienda y su vehículo.
La ONU expresó su preocupación por la violencia e impunidad que afecta a la comunidad de Coloradas de la Virgen, donde se han presentado tres asesinatos de defensores de DDHH en los últimos 5 años.
La vulnerabilidad de los defensores en esta comunidad ha persistido por décadas en impunidad. En 1986, el activista Julio Baldenegro fue asesinado; en 2017, también fue arrebatada la vida de Isidro Baldenegro, quien era padre y hermano de José Trinidad. Y en 2018, asesinaron al defensor Julián Carrillo.
A estos homicidios se suman los de los periodistas, cuyas cifras se han incrementado durante 2022. El 15 de marzo de este año, el periodista Armando Linares López fue ejecutado por sicarios en Zitácuaro, Michoacán.
El asesinato del señor Linares López ocurre tras las diversas denuncias que realizó por el ataque a Monitor Michoacán, el 31 de enero pasado, durante el cual fue asesinado Roberto Toledo, colaborador del medio.
Fernández-Madoldonado sostuvo que el Gobierno de México requiere coordinación entre la federación y las administraciones locales sobretodo para implementar protocolos de prevención y para mejorar las investigaciones.
“Persiste una extendida impunidad sobre los autores materiales e intelectuales de los atentados contra personas periodistas, situación que favorece la reiteración de estos actos de violencia. Es urgente redoblar esfuerzos coordinados a nivel federal y local para adoptar medidas preventivas y de investigación capaces de crear un ambiente de seguridad para las personas que ejercen el periodismo en el país”, mencionó Fernández-Maldonado.
Según cifras de la ONU, durante el primer trienio del 2022 el organismo internacional ha documentado cinco casos de asesinatos de periodistas y un trabajador de medios en los que hay relación entre su oficio con las agresiones que sufrieron. Además de que tienen otros dos casos en proceso de verificación.
En tanto que durante el 2021, la oficina de la ONU documentó ocho casos de periodistas y dos guardias de un medio de comunicación que fueron asesinados en ese año, y otros dos periodistas fueron desaparecidos.