Sophie in ‘t Veld, la legisladora de la Unión Europea, consideró grave el posible ataque a altos funcionarios de la Comisión Europea. El Parlamento Europeo está por iniciar una investigación sobre el uso de software de vigilancia.
Altos funcionarios de la Unión Europea (UE) habrían sido víctimas de espionaje mediante ForcedEntry, un software desarrollado por NSO Group, la compañía israelí que también diseñó Pegasus, mediante el que han sido espiados numerosos actores políticos, periodistas y activistas en todo el mundo.
De acuerdo con Reuters, los altos funcionarios pudieron ser atacados con este software el año pasado. Entre las posibles víctimas se encuentra Didier Reynders, estadista belga que se ha desempeñado como comisionado de Justicia Europea y otros cuatro miembros de la Comisión.
Dos funcionarios de la UE, que compartieron información con Reuters de manera anónima, relataron que se supo de los ataques desde el año pasado, en que la compañía Apple advirtió a miles de usuarios de iPhone que sus teléfonos habían sido intervenidos por piratas informáticos que operaban con fondos estatales.
Los funcionarios de la UE confirmaron que miembros de la Comisión Europea fueron atacados, pero no proporcionaron detalles.
Un correo electrónico reforzó esta versión. De acuerdo con Reuters, un técnico envió a miembros de la Comisión un mensaje con información sobre los antecedentes de la empresa isrealí, así como de los softwares de espionaje que utilizan, y pidió a los altos funcionarios que estuvieran atentos a las advertencias de Apple.
«Dada la naturaleza de sus responsabilidades, usted es un objetivo potencial», indicó el técnico.
Las dos fuentes de la UE consultadas por la agencia, informaron que los expertos revisaron uno de los teléfonos de los funcionarios pero los resultados no fueron concluyentes.
Sophie in ‘t Veld, la legisladora de la UE, informó que el Parlamento Europeo está por iniciar una investigación sobre el uso de software de vigilancia en la UE. Según la agencia, la funcionaria no tenía información sobre los posibles ataques de los miembros de la Comisión Europea, y lo consideró grave.