«Ciudadano Kane», la ópera prima de Orson Welles que construyó un personaje ficticio, que extrajo rasgos del mismo autor y del magnate de los medios de comunicación estadounidense, William Randolph Hearst, innovó con una estructura narrativa original. Uno de los argumentos que exhibe la decadencia y a la vez profundidad del personaje es su interés de volver a su amante, su esposa, y obligarla a incursionar en el canto, aun cuando no tiene talento en un intento por vivir su propia visión de la grandeza a través de ella.
La película «Ciudadano Kane» [Citizen Kane] (1941), dirigida por Orson Welles, fue su ópera prima y es ampliamente reconocida como una obra maestra del cine y un hito en la historia del séptimo arte. Fue ganadora del Óscar a mejor guión original. La historia de Charles Foster Kane, interpretado por Orson Welles, se presenta a través de una serie de flashbacks y entrevistas con personajes que conocieron al magnate de los medios de comunicación. Esta técnica narrativa, innovadora para su época, permite al espectador obtener una visión fragmentada de la vida de Kane y sus misteriosos motivos.
La estructura narrativa del filme desafía las convenciones lineales e invita a los espectadores a participar activamente en la construcción de la historia y a formar sus propias opiniones sobre el enigmático protagonista. Orson Welles utiliza esta técnica para explorar la naturaleza subjetiva de la memoria y la percepción, lo que agrega una capa de profundidad psicológica a la película.
La Psicología de un Magnate Enigmático
El personaje de Charles Foster Kane es una figura compleja y multifacética. A medida que se despliega su historia a través de los testimonios de los personajes que lo conocieron, se nos presenta un hombre ambicioso y carismático, pero también egocéntrico y solitario. El filme examina la evolución de Kane desde un idealista joven hasta un magnate de los medios de comunicación poderoso pero alienado.
La pérdida de la inocencia, las relaciones fallidas y la búsqueda incansable de poder son temas recurrentes en la película. La interpretación magistral de Orson Welles como Kane permite al espectador empatizar con este personaje a pesar de sus defectos y contradicciones.
La relación de Charles Foster Kane con su segunda esposa, Susan Alexander Kane, interpretada por Dorothy Comingore, añade una dimensión adicional de complejidad al personaje. Kane es descubierto en una infidelidad por su esposa y su rival política, lo que derrumba tanto su matrimonio como su carrera política. El magnate se casa con Susan, una aspirante a cantante de ópera, a quien Kan obliga a ejercer su carrera musical en un intento de moldearla y vivir su propia visión de la grandeza a través de ella. Ella no tiene talento, ni motivación pero él es un millonario, dueño de medios de comunicación que tiene el poder de promocionarla como una gran estrella. Esta relación se deteriora gradualmente a medida que Susan se siente atrapada en la vida de lujos y excesos de Kane, viéndose alejada de sus propios sueños y aspiraciones.
La tensión en su relación refleja la incapacidad de Kane para comprender plenamente a los demás y su obsesión por el control. A medida que la película avanza, la distancia emocional entre ellos se vuelve palpable, lo que finalmente contribuye al aislamiento de Kane. Su incapacidad para mantener relaciones interpersonales saludables se convierte en un elemento central de su retrato psicológico, y la relación con Susan Alexander Kane ilustra de manera conmovedora esta faceta de su personalidad.
La falta de talento de Susan Alexander Kane en el canto es un elemento fundamental en la trama y desempeña un papel crucial en la caída de Charles Foster Kane. A pesar de los esfuerzos de Kane por convertirla en una exitosa cantante de ópera, Susan carece de las habilidades necesarias para triunfar en el escenario. Su falta de talento contrasta drásticamente con las expectativas y ambiciones de Kane, lo que genera una profunda frustración en él y una creciente tensión en su relación.
La carencia de talento de Susan Alexander Kane también arroja luz sobre la creciente superficialidad de la vida de Kane, donde la riqueza y el poder intentan llenar el vacío de una relación basada en falsedades y expectativas irreales.