Trabajadores de la industria textil de Bangladesh, que surte a Zara, H&M y GAP, protestan por salario digno

Trabajadores de la industria textil de Bangladesh, que surte a Zara, H&M y GAP, protestan por salario digno

Cerca de 5 mil trabajadores de la industria textil de Bangladesh, que tiene como principales clientes a Zara, H&M y GAP, protestan en demanda de un salario justo. De 75 dólares mensuales, piden un incremento a 210 dólares y los industriales se niegan. 

El sector textil de Bangladesh ha quedado paralizado por una multitudinaria protesta de trabajadores que reclaman un salario justo.  Las protestas iniciaron desde este miércoles [1.11.23] y de acuerdo con cifras de la policía local, cerca de 5 mil confeccionistas de las fábricas del sector industrial de Mirpur, en Dacca, han abandonado sus trabajos.

De acuerdo con un informe policial dado a EFE, en Mirpur existen 235 fábricas textiles, entre los cuales, el Grupo Epyllion, es uno de los más prominentes, para el que el que laboran 24 mil empleados. Su presidente, Reazuddin Al Mamoon, reportó este miércoles que 25 de sus trabajadores han resultado heridos en las protestas.

“Al menos 25 de nuestros trabajadores resultaron heridos en el ataque. Esta es una situación complicada en Bangladesh. Realmente no sabemos quién está haciendo qué. Así que anunciamos el cierre de nuestras fábricas durante dos días”, explicó Reazuddin Al Mamoon a EFE.

De acuerdo con el portal de Grupo Epylion, su mercado se centra en básicos de la moda, principalmente camisetas.  El 84 por ciento de sus exportaciones las dirige a Europa, donde son comercializadas en los principales almacenes, entre ellas Zara, H&M y GAP.. Entre el 2021 y el 2022, su mercado creció 22 por ciento.

El titular del  Centro de Solidaridad de Trabajadores de Bangladesh, Kalpona Akter, indicó a los medios que los trabajadores que tienen un sueldo promedio de 75 dólares mensuales [ mil 309 pesos mexicanos] y reclaman un salario mínimo mensual de aproximadamente 210 dólares [3 mil 667 pesos], para compensar el incremento de la inflación anual en el país, que durante el mes de mayo se situó en 9,94 por ciento, la cifra más alta desde el 2011. Sin embargo, los empresarios solo están dispuestos a aprobar un aumento de hasta 94 dólares mensuales [mil 641 pesos], el costo de un pantalón promedio en Zara.

La industria del fast fashion se enfoca en la producción masiva de prendas de vestir de corta duración, que siguen tendencias de moda con baja calidad, con el propósito de reducir costos y ofrecer el precio al menudeo más bajo posible.

Asia se ha consolidad como un líder regional en la fabricación de estas prendas. De acuerdo con How Much, en el año 2019, el 59 por ciento de las exportaciones de prendas de fast fashion, a nivel global, procedieron de este continente. Bangladesh se posicionó como el segundo productor regional, con una derrama de 33 billones de dólares ese año. Sin embargo, detrás de este pujante negocio, existen prácticas de explotación laboral que han sido denunciadas en varias ocasiones.

INTERESES POLÍTICOS DETRÁS

El viceministro de Asuntos Laborales de Bangladesh, Monnujan Sufian, denunció que detrás de las protestas de los trabajadores habría intereses políticos.

Las movilizaciones de los trabajadores textiles han estado enmarcadas en un clima de deterioro político debido a las protestas simultáneas para exigir la renuncia de la primera ministra  Sheikh Hasina. El 31 de octubre, las manifestaciones dejaron un saldo de 11 personas muertas, de acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR, por sus siglas en inglés) y más de 100 personas han resultado heridas, según Swissinfo.  Sin embargo, desde hace varios meses, la oposición lleva a cabo movilizaciones que han dejado numerosos heridos.

Las protestas surgieron porque  el Partido Nacionalista de Bangladesh ( Bangladesh Jatiotabadi Dôl, habitualmente abreviado BNP por sus siglas en inglés), de tendencia nacionalista, islamista y conservadora, solicitó a la primera ministra que renuncie para que las elecciones de enero se llevan a cabo con un gobierno provisional neutral. Hasina, quien ha gobernado Bangladesh desde 1996, se ha negado a dimitir.