X oculta los «me gusta»: las protestas digitales se tornan menos certeras y las campañas de bots más opacas

X oculta los «me gusta»: las protestas digitales se tornan menos certeras y las campañas de bots más opacas

Elon Musk ha ordenado que los «me gusta» sean ocultados en las cuentas de los usuarios con el fin de mejorar la privacidad. Sin embargo, esta acción también volverá más opaca la plataforma, principalmente para que otros usuarios puedan identificar campañas o movilizaciones políticas legítimas; por otro lado, también invisibiliza un poderoso medio de comunicación no verbal con el que contaba esta red social.

Este 11 de junio, por orden de Elon Musk fueron ocultados los «me gusta» en las cuentas de los usuarios. En la mayoría de las plataformas digitales, la interacción a partir del botón de «me gusta» se convirtió en una forma de comunicación no verbal que con el tiempo dejó de ser solo una expresión de gusto y se convirtió en una forma compleja para demostrar emociones, e incluso posicionamientos políticos.

En Facebook,  además del botón de «me gusta», los usuarios cuentan con varios botones de reacciones para expresar un espectro de emociones desde el coraje hasta la  alegría. Sin embargo, en X los usuarios solo cuentan con el botón de «me gusta». En esta plataforma, esta forma de expresión ha sido utilizada por los usuarios para demostrar apoyo, compañía, empatía, afinidad, cercanía, entre otras formas de expresión. Esta característica dispersa en la interpretación de un «me gusta», lo convierte en un signo polisémico que se conecta diversos aspectos de la conversación que surge en X.

En este contexto, los «me gusta» han sido un catalizador de las tendencias. En algunas ocasiones, los «me gusta» han sido un recuso de estrategas políticos que organizan campañas cerradas o de comunidades de usuarios para impulsar etiquetas o hashtags. Como la reciente campaña #Narcopresidente, en la que un grupo de usuarios impulsó varias tendencias heredades de esta a partir de «me gusta» y rts, masivos.

Pero no siempre se trata de hashtags con el objetivo de imponer una narrativa o intentar dar impulso a un actor político, otras veces estas etiquetas son expresiones legítimas que emergen desde la sociedad civil y el descontento social. Desde Twitter, hoy X, han surgido movilizaciones masivas que han logrado cimbrar el espacio público y la política local, como fue el movimiento #YoSoy132.

La configuración de estas protestas digitales no es rígida. Los usuarios no siempre manifiestan su afinidad o apoyo de la misma manera. En este tipo de expresión social, un «me gusta» puede adquirir relevancia al proceder de una cuenta influyente o de amplia representación social.  Al ser visibles, estos «me gusta» dados por usuarios identificados o con reconocimiento social, reafirmaban la legitimidad de estas movilizaciones y daban certeza de que eran legítimas y no configuradas mediante el uso de cuentas falsas o bots desde agencias y bunkers políticos. Este atributo de las movilizaciones y protestas digitales en la plataforma de X, se ha perdido al ocultar los «me gusta».

Elon Musk, tampoco está considerando que no todos los usuarios utilizan la plataforma de la misma manera. Algunas personas interactúan en la red social únicamente con las herramientas de retuit y el «me gusta», y al ocultar parte de esta interacción, han vuelto sus perfiles más vacíos y sospechosos de actividad inauténtica para otros usuarios.

Los «me gusta» fueron parte de la conversación política que definió a Twitter. Han sido numerosos los episodios en que se volvió noticia un «me gusta». El 17 de enero, el presidente de Argentina, Javier Milei, causó polémica por dar «me gusta» a publicaciones groseras y con contenido sexual tras pronunciar un discurso en el foro Davos.

Milei también se burló de Ignacio Torres, gobernador de Chubut y emitió una reacción discriminatoria, al dar «me gusta» a una publicación donde lo compararon con una persona con síndrome de down.

En 2017, el senador republicano Ted Cruz trascendió por haber dado «me gusta» a un video pornográfico. Los seguidores del político estadounidense le reclamaron en la plataforma, se vio orillado a retirarlo. Al reservar los «me gusta» en cuenta de políticos, X ha vuelto más opaca la identidad, intereses y narrativas que promueven.

PREPARA COBRO

Elon Musk anunció a mediados de abril que contemplaba imponer una cuota a los usuarios de la plataforma con menos de 3 meses por publicar posts y dar «me gusta». Según el magnate esta iniciativa tiene como objetivo erradicar las cuentas falsas o bots que inundan la red social y que consideró, afectan económicamente al corporativo. La iniciativa ya fue probada en Nueva Zelanda y Filipinas.

“Lamentablemente, la única forma de frenar el implacable ataque de los bots es con una pequeña tarifa por publicación para los nuevos usuarios”, dijo el empresario.