Karen Silkwood, una técnica nuclear que intentó denunciar a una compañía por contaminar con plutonio y falleció misteriosamente

Karen Silkwood, una técnica nuclear que intentó denunciar a una compañía por contaminar con plutonio y falleció misteriosamente

A 50 años del cierre de la planta de combustible nuclear Cimarron de Kerr McGee todavía no ha logado ser desmantelada y el terreno limpiado de radioactividad. En 1974, Karen Silkwood, una trabajadora que intentó denunciar al New York Times las graves irregularidades que ocurrían en la planta, así como casos de contaminación y venta ilegal de plutonio, falleció en una accidente autovilístico. El expediente que mostraría al medio desapareció. 

En 2024, se cumplieron 50 años de la muerte de Karen Silkwood, una técnica de laboratorio de metalografía estadounidense que falleció en extrañas circunstancias cuando se dirigía a una entrevista con el New York Times. La joven de 28 años planeaba denunciar públicamente las irregularidades de la planta de combustible nuclear Cimarron Fuel Fabrication Site de Kerr McGee (KMC), ubicada cerca de Crescent, Oklahoma.

Silkwood comenzó a trabajar en la compañía a principios de la década de los 70s fabricando pastillas de plutonio, años después se afilió al sindicato de empleados atómicos, que le solicitó investigar las irregularidades que se presentaban en la planta. 

Karen Silkwood, técnica nuclear de la planta Cimarron de Kerr McGee. Foto: Especial.

La joven logró recolectar un numeroso volúmen de fallas graves, entre ellas, la exposición de los trabajadores a la radioactividad y el almacenamiento defectuoso de residuos. En 1974, Silkwood entregó a la Comisión de Energía Atómica (AEC) de los Estados Unidos una lista de problemas de seguridad. La trabajadora informó de varios incidentes en los que ella misma resultó contaminada con radiación, sin que la compañía le diera explicaciones.

El 5 de noviembre de 1974, la técnica nuclear molía y pulía pellets cuando en un control de rutina se detectó que fue irradiada con plutonio en una cantidad 400 veces superior a la permitida por las autoridades. Sus guantes no tenían agujeros pero había una fuga de contaminación desde su interior. Al día siguiente volvió a dar positivo, aunque ese día únicamente realizó labores de papeleo. El 7 de noviembre se detectó una cantidad mayor de plutonio que incluso lo expulsaba desde sus pulmones. Su vivienda también estaba contaminada. Sin embargo, la compañía responsabilizó a Silkwood de contaminarse a propósito para dañar su reputación. 

Los trabajadores de KMC no recibían la capacitación necesaria para las labores que desempeñaban, el material que producían presentaba defectos y habían falsificado datos durante las inspecciones. Los trabajadores eran obligados a permanecer en sus áreas aún cuando había tuberías y contenedores con fugas, derrames y equipos defectuosos.  La planta llegó a ser cerrada por meses después de que se extraviaron 20 kilos de plutonio. KMC aseguró a la AEC que el combustible nuclear se atoró en unas tuberías cuando se limpiaron con ácido. Sin embargo, esas tuberías no se habrían limpiado jamás. Silkwood también tenía pruebas de que la compañía vendía plutonio de manera ilegal, que podría permitir la fabricación de una bomba nuclear. 

Apenas unos días después de haber sido irradiada con combustible nuclear, el 13 de noviembre, la sindicalista intentó exhibir a la compañía en un reportaje del New York Times. Sin embargo, cuando se dirigía a su cita tuvo un accidente automovilístico en el que perdió la vida. Se cree que llevaba consigo un paquete de documentos que probaban las irregularidades de KMC, el cual, tras su muerte, habría desaparecido de manera misteriosa. 

Los investigadores concluyeron que Silkwood se quedó dormida al volante debido a que tomaba medicamentos que producían somnolencia. Su muerte estuvo rodeada de hipótesis, algunos pensaron que pudo ser asesinada para silenciarla. La planta detuvo sus operaciones un año después de su muerte, en 1975.

Vehículo en el que se accidentó Karen Silkwood. Foto: especial.

En 1983 se estrenó la película biográfica “Silkwood”, dirigida por Mike Nikhols, y protagonizada por Meryl Streep y Cher. El caso de Silkwood fue llevado a la corte por familiares de la joven y miembros del sindicato; KMC perdió el caso. En el primer fallo, se le fijó una multa por 505 mil dólares por daños y otros 10 millones de dólares en daños punitivos. La compañía apeló la sentencia y la multa le fue reducida a 5 mil dólares. Un año después del estreno de la película, la Suprema Corte de EU restableció el veredicto original. En 1986 se alcanzó un acuerdo extrajudicial mediante el que la empresa pagó 1.38 millones de dólares sin admitir su responsabilidad. Los trabajadores y miembros del sindicato recibieron amenazas telefónicas y no pudieron encontrar empleo después del incidente.

CONTAMINACIÓN EN AGUAS SUBTERRÁNEAS

La planta estuvo activa durante 10 años, de 1965 a 1975. En sus instalaciones se fabricaba combustible de uranio y de óxido mixto, conocido como combustible MOX, que suministraban al centro de pruebas Fast Flux, un reactor nuclear de prueba de 40 mw, propiedad del Departamento de Energía de EU, que se ubicaba en Hanford, Washington. Los pines de combustible para los núcleos FFTF 1 y 2 que fabricaban para este reactor fueron fabricados mediante un método de coprecipitación de nitrato de plutonio y nitrato de uranio. 

En 1975, la Oficina General de Contabilidad (GAO, por sus siglas en inglés) envió un informe al Congreso de EU con los hallazgos de la investigación en la que señalaron las malas condiciones de trabajo de Cimarrón, la contaminación con radioactividad y muerte de Silkwood, así como el acoso a los trabajadores. 

También investigaron la dispersión de uranio en terrenos de la planta y la retirada no autorizada de materiales nucleares. En el informe se concluyó que Karen Silkwood fue contaminada con plutonio el 5,6 y 7 de noviembre de 1974. Se encontró que los guantes de trabajo detectados con radiación, fueron examinados y aprobados por KMC, sin detectar radioactividad. El 7 de noviembre también se encontró que su nariz, y otras partes de su cuerpo habían sido irradiadas, al igual que su compañera de habilitación. 

Aunque la planta Cimarron en que trabajó Silkwood inició su desmantelamiento en 1975, la zona sigue contaminada y la compañía cambió de manos mediante una hábil triangulación de KMC. La compañía Kerr McGee se dividió en dos empresas, una de ellas  Sequoyah Fuels Corporation, que adquirió la planta Cimarrón. En 1988, la planta fue vendida a General Atomics. Sin embargo,  KMC mantuvo el control de la planta a través de la subsidiaria Cimarrón Corporation. En 2005, creó una segunda subsidiaria de nombre Tronox Incorporated, que compró de nuevo la planta, y en 2009, esta empresa se declaró en bancarrota, acusando a KMC de haberle heredado deudas ambientales millonarias. En 2011, la empresa Cimarron Environmental Response Trust adquirió las responsabilidades de Cimarron, y continuó su desmantelamiento.

Planta de combustibles nucleares Cimarron en Oklahoma. Foto: especial.

MEDIO SIGLO SIN PODER DESMANTELAR

La Comisión Regulatoria Nuclear de Estados Unidos (U.S.NRC, por sus siglas en inglés) estimó que el 20 por ciento de las 340 hectáreas del terreno que ocupó la planta resultaron afectadas por la radioactividad. Aunque el desmantelamiento de la planta comenzó en 1975, el proceso no ha concluido por trámites burocráticos. En la década de los 70s, se desmanteló únicamente, el edificio MOFF y las áreas asociadas, que incluían estanques de evaporación, estanques de emergencia, lagunas sanitarias, tanques subterráneos, un tanque séptico y un área cercada alrededor del edificio MOFF. 

En 1990 Cimarron Corporation solicitó la terminación de la licencia de materiales radioactivos. Fue cancelada hasta 1993, con excepción del terreno y el exterior del edificio MOFF, porque estaban dentro de otra licencia para fabricación de combustibles de uranio, los planes de desmantelamiento para esta área iniciaron en los años siguientes. El sitio se dividió en tres áreas, donde había zonas afectadas por la radioactividad y no afectadas. A principios de la década de 2000, Cimarron Corporation liberó la mayor parte de este terreno para uso sin restricciones.  Un reportaje de Oklahoma News, señaló en 2012 que algunas de estas áreas fueron utilizadas para la agricultura.

Planta Cimarron en Oklahoma en 2016. Foto: especial.

En el proceso de saneamiento, se encontró que las aguas subterráneas fueron afectadas. Se utilizó la atenuación natural monitoreada para remediar el uranio presente, pero las concentraciones de uranio excedieron los estándares. En 2008 se propuso utilizar una técnica de biorremediación. Sin embargo, en 2009 la empresa responsable, Tronox Incorporated, se declaró en quiebra. Cimarron Environmental Response Trust asumió la responsabilidad y en 2014 determinó que el bombeo y el tratamiento eran la mejor forma de remediar las aguas contaminadas. El proyecto se presentó hasta el 2018, pero el licenciatario se retractó en 2020, con base en un análisis de costos y de biomasa. En 2021 se presentó un segundo plan incluyendo mejoras, y también fue rechazado por falta de información.