Diversas organizaciones sociales y activistas han exigido justicia tras el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez en Chiapas, denunciando la ingobernabilidad y el fracaso del gobierno federal para garantizar la seguridad en la región. En un pronunciamiento conjunto, señalaron que este crimen refleja la escalada de violencia y la creciente militarización que afecta a las comunidades indígenas en México.
Un pronunciamiento conjunto de diversas organizaciones sociales y activistas ha exigido justicia ante el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, párroco de la Iglesia de Guadalupe en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. El crimen, perpetrado en plena luz del día por sujetos armados, ha conmocionado a las comunidades que él apoyaba y es visto como un reflejo de la creciente violencia e ingobernabilidad que afecta a México.
En su declaración, los firmantes señalaron que este homicidio no solo constituye una tragedia personal y comunitaria, sino que también pone de manifiesto el fracaso del gobierno federal y su proyecto de la «Cuarta Transformación» para garantizar la paz y el estado de derecho, especialmente en regiones conflictivas como Chiapas. El pronunciamiento critica la falta de respuesta efectiva ante la violencia, los despojos territoriales y la presencia de grupos armados que han contribuido a la inestabilidad en el estado.
«Este crimen, enmarcado en un contexto de creciente violencia, disputas territoriales, despojo de territorios mediante proyectos extractivistas de capital trasnacional, y la presencia de grupos armados, evidencia el fracaso del gobierno federal y su proyecto de la llamada “Cuarta Transformación” para garantizar la paz y el estado de derecho en todo México y en especial en la región de Chiapas», señalaron en el pronunciamiento conjunto.
Los firmantes denunciaron que Chiapas se encuentra sumido en un conflicto constante, con autoridades incapaces de garantizar seguridad y justicia. Asimismo, acusaron al gobierno de permitir el avance de grupos delictivos y la militarización de territorios indígenas, lo que ha agravado las tensiones y ha puesto en peligro a líderes comunitarios, defensores del territorio y figuras religiosas comprometidas con la paz.
El pronunciamiento destacó que el asesinato del padre Marcelo es parte de una estrategia de represión contra quienes luchan por la defensa de los territorios y los derechos de las comunidades. Además, hizo un llamado urgente a esclarecer este crimen, detener las agresiones a las comunidades zapatistas y desmantelar los grupos del crimen organizado que operan en la región.
«Este crimen no puede entenderse de manera aislada. Es parte de una estrategia de intimidación y represión contra quienes, desde las comunidades, luchan por la defensa de sus territorios, sus derechos y su autonomía».
Finalmente, las organizaciones reiteraron que el asesinato del sacerdote simboliza el fracaso de la política de seguridad del gobierno federal en Chiapas y en todo México. Exigieron justicia inmediata, una revisión integral de la estrategia de seguridad y un alto a la impunidad que perpetúa la violencia en el país.
El pronunciamiento ha sido firmado por más de 40 organizaciones y colectivos, así como por destacados activistas, quienes recalcaron la importancia de continuar la lucha por la vida y los derechos territoriales.
**¡Justicia para el padre Marcelo Pérez Pérez! ¡No más impunidad en Chiapas ni en México!**
