Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó pérdidas netas por 161 mil millones de pesos en el tercer trimestre de 2024, pese a sus esfuerzos por resaltar avances en producción y refinación. La depreciación del peso y el deterioro de activos fueron factores clave que impactaron los resultados financieros de la empresa, que enfrenta una compleja situación económica a pesar del apoyo gubernamental y las estrategias para reducir su deuda.
Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó una pérdida neta de 161 mil millones de pesos en el tercer trimestre de 2024, resultado que refleja un panorama complejo para la empresa petrolera mexicana, en parte debido a factores externos como la depreciación del peso frente al dólar y el deterioro de activos.
Entre julio y septiembre de este año, Pemex destacó algunos avances en su operación. La producción de hidrocarburos líquidos —crudo y condensados— se mantuvo en un promedio de 1,764 mil barriles diarios (Mbd), de los cuales el 31% provino de nuevos desarrollos en campos petroleros, estrategia clave de Pemex para impulsar su crecimiento.
La empresa también reportó un incremento del 18% en el procesamiento de crudo en sus activos, alcanzando un promedio de 1,258 Mbd. Este aumento incluye las operaciones en su refinería en Deer Park, Texas, lo que, según Pemex, contribuyó a obtener un rendimiento bruto positivo de 45 mil millones de pesos al contrastar ingresos con costos de venta.
No obstante, estos logros operativos no fueron suficientes para evitar el impacto de la pérdida cambiaria, la cual ascendió a 130 mil millones de pesos debido a la devaluación de 6.8% del peso frente al dólar. Este tipo de pérdida afecta el valor de la deuda en moneda extranjera que Pemex mantiene, aunque no implica desembolsos inmediatos. Además, Pemex registró un deterioro de activos por 34 mil millones de pesos, resultado de evaluaciones de sus activos que reflejan un menor valor en el mercado.
En cuanto a la deuda, Pemex informó que, con el apoyo del Gobierno Federal, se logró reducir el saldo a 97.3 mil millones de dólares al 30 de septiembre, cifra no vista desde 2016. Este ajuste se ha logrado en colaboración con las Secretarías de Energía y Hacienda y Crédito Público, instituciones que también planean presentar un nuevo Plan Nacional de Energía para fortalecer la operación y sostenibilidad financiera de la empresa.
Pemex busca posicionarse como una empresa pública moderna y sostenible, apoyándose en una posible reforma energética que le permitiría operar como una sola entidad pública, eliminando duplicidades y mejorando su eficiencia financiera. A pesar de los esfuerzos para apuntalar sus operaciones, el desafío financiero persiste, destacando la compleja situación económica de la empresa en un contexto de incertidumbre monetaria y dependencia del apoyo gubernamental para sus compromisos de deuda.