Liyen Cubides, de 19 años, fue asesinada el 26 de octubre en Colombia, con un disparo en la cabeza. Su padrastro, Elver Pineda, principal sospechoso del crimen, escapó y fue encontrado muerto días después. Un video que circula en redes sociales muestra a Pineda realizando un ritual de brujería.
Liyen Cubides, una joven de 16 años, fue asesinada la madrugada del 26 de octubre en el municipio de Landázuri, Santander, Colombia. La víctima recibió un disparo en la cabeza mientras se encontraba en un área urbana, según informaron medios locales.
Desde las primeras horas tras el feminicidio, las autoridades identificaron como principal sospechoso a Elver Armando Pineda Ballesteros, el padrastro de Liyen, quien se dio a la fuga tras el crimen. Carlos Morales, alcalde de Landázuri, confirmó el asesinato y relató que, un día antes de su muerte, Liyen se había quedado a dormir con unos familiares, decisión que las autoridades consideraron pudo haber sido tomada debido a problemas familiares.
Tras escuchar los disparos, la madre de Liyen, Carolina Pineda, comenzó a gritar por ayuda. La Policía Nacional llegó al lugar y encontró a la joven gravemente herida; no obstante, Liyen no logró llegar con signos vitales al hospital.
El caso tomó un giro más sombrío cuando, la tarde del 27 de octubre, las autoridades encontraron el cuerpo de Elver Pineda. En las últimas horas, ha comenzado a circular un video en el que, presuntamente, se escucha a Elver realizar un ritual de brujería y ofrecer el alma de Liyen a la “Santa Muerte”. En la grabación, se escucha al padrastro sostener una videollamada con un supuesto brujo, donde expresa su deseo de que Liyen no se enamorara de nadie más que de él, afirmando:
“Que su cuerpo, alma y espíritu me pertenezcan solamente a mí. Gracias, santa muerte, por el favor que me haces y, a cambio de esto, me comprometo a divulgar tu buen nombre. También te pido, por favor, que alejes a cualquier hombre que la esté enamorando, para que su corazón y su amor me pertenezcan solo a mí”, se escucha en el video.
Las autoridades continúan investigando las circunstancias que rodearon este crimen, a pesar de la muerte del principal sospechoso. La comunidad de Landázuri se encuentra consternada por la violencia de género que ha marcado este trágico suceso.