Una balacera interrumpió un partido infantil de fútbol en la cancha Altura del Sur, en Culiacán, Sinaloa, desatando el pánico entre menores y padres de familia que buscaron refugio entre disparos. Este hecho se suma a una ola de violencia en la ciudad, que incluyó el ataque a 65 cámaras de videovigilancia y diversos homicidios registrados el mismo día.
Una balacera interrumpió un partido de fútbol juvenil que se disputaba en la cancha Altura del Sur, en Culiacán, Sinaloa, este lunes. En un video difundido en redes sociales se observa cómo menores de edad, junto con sus padres, buscan refugio en medio de los disparos. Algunos lograron correr hasta un minisúper cercano, mientras otros se resguardaron detrás de vehículos u otros objetos que les sirvieran de barrera.
El ataque armado ocurrió en el contexto de una jornada violenta en la capital sinaloense, donde grupos armados han perpetrado agresiones contra establecimientos y viviendas. La misma tarde del lunes, al menos 65 cámaras de videovigilancia fueron destruidas a balazos en distintos puntos de la ciudad.
Balance de violencia en el estado
La Fiscalía General del Estado de Sinaloa informó que el lunes 25 de noviembre se abrieron tres carpetas de investigación por homicidio doloso, que dejaron un saldo de tres personas fallecidas.
En Culiacán, dos personas fueron localizadas sin vida en la colonia Adolfo López Mateos, una en el interior de un canal y otra en la calle de Las Fuentes. En Mazatlán, una persona falleció tras recibir atención médica por heridas sufridas en el fraccionamiento Villa Bonita.
Por otro lado, la Unidad Especializada en Robo de Vehículo Región Centro recibió diez denuncias de robo de vehículos, que quedaron registradas en carpetas de investigación.
Además, la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Personas reportó cuatro denuncias por privación de la libertad personal en el municipio de Culiacán.
Escalada de inseguridad
Estos hechos reflejan una creciente ola de violencia que afecta a Culiacán y otras localidades de Sinaloa, dejando a sus habitantes en un estado de incertidumbre y vulnerabilidad. Autoridades y pobladores hacen un llamado a reforzar la seguridad para prevenir nuevos actos de violencia que pongan en riesgo la vida de las personas, incluidos menores de edad.
