La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), celebrada en Azerbaiyán, concluyó el fin de semana pasado dejando preocupantes retrocesos en la lucha contra el cambio climático, según un análisis de Human Rights Watch (HRW). La organización señaló que los acuerdos alcanzados no lograron avances suficientes para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados, objetivo crítico para evitar los peores impactos climáticos.
Un aspecto polémico fue la exclusión en el texto final de un compromiso claro para abandonar los combustibles fósiles, una medida que se había reflejado en la declaración de la COP28. Esta omisión se vio agravada por las declaraciones del presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, quien describió a los combustibles fósiles como un “regalo de Dios” y defendió el derecho de los países productores a expandir su explotación.
HRW también expresó preocupación por la adopción de nuevas reglas para los mercados de carbono, diseñadas para cumplir los compromisos del Acuerdo de París. La organización denunció que estas políticas ignoran el historial de violaciones de derechos territoriales y la exageración de los beneficios climáticos de los proyectos de compensación de carbono.
Restricciones a la sociedad civil
Uno de los señalamientos más graves de HRW fue la represión ejercida contra la sociedad civil durante la conferencia. Decenas de periodistas, defensores de derechos humanos y críticos del gobierno fueron arrestados bajo acusaciones consideradas infundadas. Las restricciones en Azerbaiyán obligaron a los activistas climáticos a manifestarse en una sala dentro de la zona administrada por la ONU, donde solo pudieron tararear sus consignas debido a la prohibición de cánticos.
El ambiente de intimidación llevó a numerosos participantes a autocensurarse, temerosos de represalias por criticar al gobierno anfitrión. HRW enfatizó que este tipo de restricciones son incompatibles con el carácter inclusivo y transparente que debe prevalecer en las negociaciones climáticas.
Urgencia de acción
En su análisis, Human Rights Watch instó a los gobiernos a intensificar sus esfuerzos para enfrentar la crisis climática. La organización subrayó la necesidad de establecer objetivos más ambiciosos de reducción de emisiones para 2025 y de implementar planes concretos para eliminar el uso de carbón, petróleo y gas en plazos definidos.
Asimismo, HRW hizo un llamado para garantizar la participación significativa de la sociedad civil y la protección de derechos fundamentales durante futuras cumbres climáticas. Sin estas garantías, advirtió, será imposible alcanzar soluciones equitativas y efectivas ante la emergencia climática.