Un ataque mortal sorprendió a los habitantes de Villahermosa, Tabasco, cuando un cocodrilo arrastró a Ernesto Rodríguez, de 29 años, hasta las profundidades del Vaso Cencali, donde lo ahogó y desmembró. Las impactantes imágenes del suceso, captadas por testigos y difundidas en redes sociales, han reavivado las alarmas sobre el peligro que representan estos reptiles en zonas urbanas.
Un trágico incidente sacudió la mañana del 26 de noviembre en Villahermosa, Tabasco, cuando un hombre fue devorado por un cocodrilo en el Vaso Cencali de la Laguna de las Ilusiones, en la colonia Linda Vista.
La víctima, identificada como Ernesto Rodríguez, de 29 años, había sido reportado como desaparecido desde el 24 de noviembre. Su hermano, Iván Rodríguez, fue quien confirmó la identidad del cuerpo recuperado por los rescatistas, después de que las autoridades iniciaran una búsqueda tras la difusión de imágenes en redes sociales donde se observaba al reptil devorando al hombre.
Testigos narraron que el cocodrilo, de aproximadamente dos metros de largo, arrastró a Ernesto hasta una zona profunda de la laguna, donde realizó el característico giro mortal para desmembrar a su presa antes de sumergirse. Las imágenes del ataque, grabadas por transeúntes y difundidas en redes sociales, muestran los desesperados gritos de los presentes mientras el reptil consumía el cuerpo.
Las autoridades de Protección Civil, junto con la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y elementos del Ejército, desplegaron un operativo para recuperar el cadáver. El uso de una lancha asustó al cocodrilo, que finalmente soltó los restos de la víctima, permitiendo a los rescatistas entregarlos a su familia.
Ernesto Rodríguez, oriundo de una comunidad indígena en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, trabajaba limpiando parabrisas en los cruceros de Villahermosa junto a su familia. Según testimonios, había llegado a Tabasco en busca de mejores oportunidades laborales.
Habitantes de la zona expresaron su preocupación por el creciente número de cocodrilos en la laguna, calificándolos como un peligro latente para quienes transitan cerca del agua. Advirtieron sobre el riesgo para menores de edad y adultos mayores, quienes podrían ser vulnerables a ataques similares.