La solidaridad de miles de ciudadanos se ha manifestado de manera contundente tras las devastadoras inundaciones provocadas por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que ha causado 211 muertes en la región de Valencia. La catástrofe, que ha dejado a municipios enteros sumergidos en fango y escombros, ha generado una ola de apoyo sin precedentes, con miles de voluntarios acudiendo a la Ciudad de las Artes y las Ciencias de València a las 7 de la mañana de este sábado, desde donde partieron hacia las áreas afectadas.
Los voluntarios, provistos de palas, escobas, guantes y mascarillas, se han convertido en la primera línea de defensa ante los efectos del agua estancada y el barro. Estos elementos de protección son ahora imprescindibles para evitar posibles riesgos sanitarios derivados de la exposición al lodo y a las aguas contaminadas. Según la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat Valenciana, las mascarillas y guantes son esenciales, dado que el contacto con agua estancada por más de 72 horas aumenta el riesgo de infecciones y otros problemas de salud.
Las autoridades han solicitado a quienes deseen unirse al esfuerzo que se presenten de forma escalonada, para evitar la sobrecarga de recursos y una mejor organización en las tareas de limpieza. El gobierno valenciano ha habilitado un centro de coordinación de voluntarios en colaboración con la Plataforma del Voluntariado de la Comunitat Valenciana, debido a la gran cantidad de personas que han ofrecido su ayuda.
La solidaridad no ha llegado solo desde Valencia. Comunidades autónomas como Cataluña y Madrid han enviado equipos de apoyo, incluyendo maquinaria pesada, alimentos, agua y otros artículos de primera necesidad. La ayuda busca atender las necesidades de miles de damnificados, restaurar los servicios básicos y, sobre todo, salvar vidas.
Con información de EFE.