La rivalidad entre Elon Musk y Jeff Bezos, dos de los empresarios más influyentes del mundo, se ha desatado nuevamente, esta vez en la plataforma X, propiedad de Musk. El enfrentamiento comenzó con una publicación de Musk el pasado jueves, donde acusó a Bezos de haber asegurado que Donald Trump perdería las elecciones presidenciales, incitando a vender acciones de Tesla y SpaceX.
“Me acabo de enterar esta noche en Mar-a-Lago que Jeff Bezos le estaba diciendo a todos que @realDonaldTrump perdería con seguridad, por lo que deberían vender todas sus acciones de Tesla y SpaceX”, escribió Musk en un mensaje que generó gran atención.
La respuesta de Bezos no se hizo esperar: “No, 100% por ciento falso”, replicó el fundador de Amazon en la misma red social. Musk, lejos de esquivar el desmentido, rectificó con tono burlón: “Bueno, entonces, me corrijo 😂”.
Este intercambio expone la creciente tensión entre los dos magnates en un contexto político polarizado. Desde la reelección de Trump el pasado 5 de noviembre, Musk se ha posicionado como uno de sus aliados más visibles, acompañándolo en viajes y participando en llamadas con líderes internacionales. Su cercanía al mandatario ha generado críticas y comentarios sobre la posible influencia que podría ejercer en la política global.
Por su parte, Bezos, conocido por su visión pragmática y rivalidad histórica con Musk, no ha dudado en contradecirlo públicamente, demostrando que los conflictos entre ambos no se limitan al ámbito empresarial, sino que alcanzan ahora tintes políticos y personales.
El enfrentamiento deja entrever las implicaciones de su influencia en un escenario donde tecnología, poder y política parecen más entrelazados que nunca.