Una nueva caravana migrante partió el 5 de noviembre desde la frontera sur de México, buscando llegar a Estados Unidos antes de la toma de posesión de Donald Trump. En su recorrido hacia Oaxaca, los migrantes enfrentan secuestros y violencia de grupos delictivos, mientras su número se reduce por las duras condiciones del trayecto.
El 5 de noviembre, justo en el día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, una nueva caravana migrante partió de la frontera con Guatemala. Esta caravana, que originalmente contaba con aproximadamente 2 mil 500 personas, ha experimentado una significativa disminución a medida que avanza a pie por la ruta de casi 250 kilómetros, a lo largo de dos semanas de travesía. En la actualidad, el contingente se ha reducido a unos mil 500 migrantes.
El domingo 17 de noviembre, la caravana dejó el municipio de Arriaga, Chiapas, para continuar su marcha hacia Oaxaca, tras haber recorrido durante varios días diversos municipios de la frontera sur de México. En el camino, los migrantes, en su mayoría provenientes de Venezuela y Honduras, han denunciado ser víctimas de secuestros y otras agresiones por parte de grupos delictivos que operan en la región.
De acuerdo con las autoridades locales, se estima que el grupo que partió de Arriaga está conformado por aproximadamente mil 600 personas. Esta caravana se ha desplazado principalmente por la carretera Panamericana, rumbo a San Pedro Tapanatepec, después de abandonar Chiapas. Los integrantes de la caravana caminan por la región, con el objetivo de llegar a Estados Unidos antes de la toma de protesta del presidente electo de ese país, Donald Trump, quien ha manifestado su postura en contra de la migración masiva.
Por su parte, la avanzada “Cristo Vive”, compuesta por unos 500 migrantes, se desintegró el 15 de noviembre, luego de que algunos decidieran tramitar visas humanitarias en Acapulco, mientras que el resto de la caravana sigue avanzando.
A lo largo de su trayecto, los migrantes están siendo acompañados por autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), que intentan garantizar la seguridad del grupo, mientras se intensifican las críticas por la falta de una respuesta integral a las crecientes caravanas migrantes y la inseguridad que enfrentan a lo largo de su viaje.
