La Organización Internacional para la Migración (OIM) ha lanzado el informe «Las Migraciones en el Mundo 2024», en el cual explora la evolución y complejidad de los movimientos migratorios globales. A pesar del crecimiento de la migración en las últimas cinco décadas, la mayoría de las personas permanece en su país de origen. Solo una de cada 30 personas vive en un país diferente al de su nacimiento. En 2020, los migrantes internacionales alcanzaron los 281 millones, un 3.6% de la población mundial. Esta cifra representa un aumento significativo desde 1990, cuando había 128 millones menos de migrantes, y es tres veces mayor que la de 1970. Sin embargo, persisten grandes desigualdades en la movilidad: mientras que los nacionales de países desarrollados pueden ingresar sin visado a gran parte del mundo, las personas de países con menor desarrollo enfrentan restricciones que los obligan a tomar rutas migratorias irregulares.
Desigualdad de género en la migración
Un aspecto notable del informe es el cambio en la composición de género entre los migrantes. En 2000, la diferencia entre hombres y mujeres migrantes era mínima (50.6% y 49.4%, respectivamente). Para 2020, los hombres representaban el 51.9% de la población migrante, mientras que las mujeres constituían el 48.1%, reflejando un ligero aumento de la migración masculina.
Impacto de las remesas
Las remesas, que incluyen dinero y recursos enviados por migrantes a sus países de origen, se han convertido en un pilar económico para muchos países. En 2022, las remesas globales alcanzaron los 831,000 millones de dólares, frente a los 128,000 millones en 2000. India, México, China, Filipinas y Egipto fueron los principales receptores de remesas, con India superando los 111,000 millones de dólares. Estados Unidos continúa siendo la mayor fuente de remesas, con 79,000 millones de dólares enviados en 2022, seguido por Arabia Saudita, Suiza y Alemania.
Desafíos y predicciones para el futuro
El informe enfatiza que, en ciertos países, la calidad de vida y las condiciones económicas actúan como factores predictivos de migración y desplazamiento. Indicadores como el índice Henley de pasaportes revelan disparidades en la libertad de movimiento: los ciudadanos de naciones con altos niveles de desarrollo humano pueden ingresar a la mayoría de los países sin visado, mientras que los de países menos desarrollados encuentran limitadas sus opciones de migración regular.
Perspectiva regional y posibles intervenciones
La OIM sugiere que un enfoque visual de los índices de desarrollo y movilidad muestra que las regiones con altos niveles de desplazamiento, como ciertas áreas de África y Asia, requieren mayor atención internacional. La alineación de estos factores permite prever desafíos y áreas donde se necesitarán políticas y apoyo programático.