El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha lanzado la decimoquinta edición de su «Informe sobre la Brecha de Emisiones» donde señala que el tiempo para evitar el calentamiento global de 1,5 ºC se agota rápidamente.
El documento advierte que, si las emisiones mundiales en 2030 no se reducen por debajo de los niveles proyectados con las políticas y Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) actuales, mantener el calentamiento global bajo control será inalcanzable. El reporte establece que, aunque el avance tecnológico —sobre todo en energías renovables como la solar y eólica— ha facilitado la expansión y reducción de costos, esto no basta si no se implementan políticas que aseguren la reducción de emisiones.
En 2023, las emisiones globales alcanzaron un récord de 57,1 gigatoneladas de CO₂ equivalente (GtCO₂e), aumentando un 1,3% respecto a 2022, superando el promedio de crecimiento anual de la década anterior a la pandemia. El sector energético fue el mayor emisor, seguido por el transporte y la agricultura. El incremento fue notable en todos los sectores, especialmente en la aviación internacional, que creció un 19,5% en 2023 tras su desplome durante la pandemia.
El informe resalta la necesidad de acelerar la implementación de medidas de mitigación en esta década. Las naciones del G20 —responsables del 77% de las emisiones globales— siguen sin cumplir sus metas de reducción para 2030, y solo un país ha adoptado objetivos más ambiciosos tras la COP28. En términos de cero emisiones netas, aunque 101 países, incluidos los mayores emisores, han asumido compromisos, no todos cuentan con planes detallados o con metas a corto plazo alineadas.
Para lograr los objetivos del Acuerdo de París y limitar el calentamiento a 1,5 ºC o, en su defecto, a menos de 2 ºC, el informe señala que la comunidad internacional debe implementar políticas estrictas en todos los sectores y fortalecer el respaldo a los países en desarrollo.