En un nuevo capítulo del conflicto en Ucrania, las fuerzas rusas lanzaron este jueves un misil balístico intercontinental contra fábricas e infraestructuras críticas en la ciudad de Dnipró, según informó la Fuerza Aérea ucraniana. Este es el primer uso documentado de un arma de este tipo en la guerra. Además, fueron disparados otros misiles, incluidos el aerobalístico Kh-47M2 Kinzhal y siete misiles de crucero Kh-101, de los cuales seis fueron interceptados por las defensas ucranianas.
A pesar de no haber logrado detener los dos misiles más sofisticados del arsenal ruso, la Fuerza Aérea de Ucrania reportó que los proyectiles no derribados no causaron daños significativos. Sin embargo, videos difundidos por medios locales muestran el alcance y el impacto de los ataques, que subrayan la escalada en el uso de armamento avanzado por parte de Rusia.
Estos eventos ocurren tras los recientes ataques con misiles ATACMS y Storm Shadow en las regiones rusas de Bryansk y Kursk, los cuales fueron atribuidos por el presidente ruso, Vladimir Putin, a la participación técnica de Estados Unidos y Reino Unido. En respuesta, Rusia probó con éxito el misil balístico de medio alcance Oreshnik, que se caracteriza por su velocidad hipersónica y su capacidad para evadir las defensas aéreas actuales.
Ante la escalada en el conflicto, Estados Unidos ha intensificado su apoyo a Ucrania y su presión sobre Rusia. En septiembre, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció un aumento en la asistencia de seguridad, y esta semana, su gobierno impuso sanciones a más de 50 instituciones financieras rusas, incluidas Gazprombank y otras entidades clave del sector financiero. Según la Casa Blanca, estas medidas buscan «degradar la capacidad de Rusia de financiar y llevar adelante su brutal guerra contra el pueblo de Ucrania».
Además de las sanciones, Estados Unidos lidera los esfuerzos internacionales junto con el G7 para garantizar que Rusia rinda cuentas por su agresión. «Seguiremos tomando todas las medidas disponibles, desde aumentar la asistencia en materia de seguridad hasta imponer plenamente sanciones», reiteró Biden.
El conflicto, que ahora incluye el uso de armas balísticas intercontinentales, refleja un peligroso incremento en la intensidad y alcance de la guerra, con implicaciones globales que siguen profundizándose.