Un volcán en la península de Reykjanes, en el suroeste de Islandia, ha entrado en erupción por séptima vez este año, lo que ha generado una nueva alerta de emergencia en el país. La erupción, que comenzó a las 23:14 del miércoles, fue precedida por una fisura de aproximadamente tres kilómetros de largo, liberando lava en la zona. La Oficina Meteorológica de Islandia ha informado que, aunque el evento es significativo, la erupción es menor que la ocurrida en agosto pasado.
La actividad volcánica ha obligado a las autoridades a evacuar las localidades cercanas, incluyendo el pueblo de Grindavík y la popular Laguna Azul, debido a los riesgos asociados con la presencia de gases volcánicos en la zona.
Aunque las autoridades han señalado que la erupción no representa una amenaza directa para la aviación, se ha emitido una advertencia sobre la presencia de gases en algunas partes de la península, especialmente en Grindavík, una localidad que ha sido especialmente vulnerable durante los episodios recientes de actividad volcánica.
La península de Reykjanes, ubicada cerca de la capital Reykjavik, es conocida por su geografía volcánica activa y su paisaje dominado por campos de lava y fuentes termales. Además, en esta región se encuentra la planta geotérmica de Svartsengi y la Bláa lónið, una laguna artificial que atrae a turistas por sus aguas termales ricas en minerales.
A pesar de los riesgos geológicos que enfrenta la zona, la erupción no ha causado daños importantes hasta el momento, pero las autoridades continúan monitoreando la actividad volcánica de cerca, mientras se mantienen las medidas de evacuación para proteger a la población local