La reciente conversación entre el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expuso claras diferencias en sus enfoques sobre la migración y el tráfico de drogas, mientras que se discutían las tensiones comerciales generadas por las amenazas de aranceles de Trump.
Trump aseguró que durante el diálogo se acordó “cerrar efectivamente” la frontera sur de Estados Unidos para frenar el flujo migratorio. Sin embargo, Sheinbaum aclaró que México sigue una estrategia integral basada en el respeto a los derechos humanos y la cooperación regional, con énfasis en fortalecer la atención a los migrantes antes de que lleguen a la frontera norte. En su declaración, Sheinbaum destacó que México ha venido implementando desde principios de 2024 una serie de acciones enfocadas en la colaboración con países de Centroamérica, como Honduras, El Salvador y Guatemala, a través de programas como «Sembrando Vida» y «Jóvenes Construyendo el Futuro«.
“Lo que le planteé al presidente Trump es la estrategia de migración que viene desde hace meses, que se fortaleció desde, particularmente, enero de 2024, frente a un incremento de la migración que hubo, particularmente, en los últimos meses del 2023. Esta estrategia integral la estamos fortaleciendo y consta de varias acciones”, explicó Sheinbaum, quien enfatizó que este enfoque no implica el cierre de fronteras, sino la creación de soluciones más humanitarias y sostenibles.
La presidenta mexicana también detalló las medidas concretas que se están implementando, como la entrega de permisos migratorios en el sur del país, la oferta de empleo a migrantes que deciden quedarse en México, y la atención en albergues por parte de la Secretaría de Bienestar. Además, destacó que se están reforzando esfuerzos para ayudar a quienes desean regresar a sus países de origen.
La conversación también incluyó el tema del tráfico de fentanilo, un asunto que preocupa a Estados Unidos. Trump le preguntó a Sheinbaum sobre el consumo de fentanilo en México, a lo que la presidenta respondió que el problema es mínimo en el país, y explicó que México ha implementado campañas de concientización, como la titulada «El fentanilo mata», para reducir el consumo de drogas. Este intercambio llevó a Trump a solicitar más información sobre las campañas mexicanas, las cuales fueron enviadas a su equipo poco después de la conversación.
A pesar de las diferencias en sus posturas sobre la migración, Sheinbaum destacó que el tono de la conversación fue cordial, y ambos acordaron seguir colaborando en varios temas, incluyendo la seguridad. La presidenta también subrayó la importancia de abordar las causas subyacentes de la migración, como el desarrollo en el sur del país y la región fronteriza con Guatemala.
Aunque no se abordó directamente el tema de los aranceles, Sheinbaum afirmó que el diálogo se centró en los temas de migración y fentanilo, que Trump había mencionado como justificación para las amenazas comerciales. A pesar de estas tensiones, la presidenta mexicana se mostró optimista sobre la futura relación entre ambos países, reafirmando su compromiso con una estrategia de colaboración respetuosa y basada en la cooperación entre gobiernos.