Tlalpujahua: El corazón artesanal de las esferas navideñas y su legado minero en Michoacán

Tlalpujahua: El corazón artesanal de las esferas navideñas y su legado minero en Michoacán

Tlalpujahua, un pintoresco pueblo ubicado en el corazón de Michoacán, es conocido no solo por su historia minera, sino también por una tradición que ilumina las fiestas decembrinas: la elaboración de esferas navideñas. Este arte se remonta a la época colonial, cuando los habitantes comenzaron a producir estas decoraciones a mano, utilizando vidrio soplado y técnicas heredadas.

Ubicado en la región montañosa del estado de Michoacán, Tlalpujahua de Rayón es un pueblo que, año tras año, se llena de brillo y color con la llegada de la temporada navideña. Famoso por su elaboración y venta de esferas de Navidad, Tlalpujahua no solo se destaca como un centro artesanal, sino que su historia, marcada por el oro y la minería, agrega una capa de fascinación y profundidad a su identidad.

Santuario de Nuestra Señora del Carmen en Tlalpujahua. Foto: Especial.

El Arte de las Esferas Navideñas

La tradición de la fabricación de esferas de vidrio comenzó en Tlalpujahua hace más de 50 años, inspirada por técnicas importadas de Europa, especialmente de Alemania. A lo largo de las décadas, los habitantes de este pintoresco pueblo michoacano han perfeccionado el arte de crear esferas pintadas a mano, algunas de ellas con diseños tan intrincados que parecen reflejar el mismo espíritu festivo y vibrante que inunda sus calles durante diciembre.

Feria de la Esfera en Tlalpujahua. Foto: especial.

Cada año, miles de turistas se acercan a Tlalpujahua para comprar esferas, que varían en tamaño, color y diseño, desde las clásicas en tonos dorados y plateados, hasta las más innovadoras con patrones modernos. Las fábricas, muchas de ellas de pequeña escala, trabajan arduamente en la creación de estos adornos, que son exportados a diversos rincones de México y el mundo. La venta de esferas ha llegado a ser una fuente clave de ingreso para la comunidad, especialmente en el periodo previo a la Navidad.

Un Pueblo de Historia Minera

Sin embargo, Tlalpujahua no es solo conocido por sus esferas. Su historia, que se remonta a tiempos prehispánicos, es igualmente cautivadora. Durante la época colonial, el pueblo fue célebre por su riqueza minera, especialmente por la explotación de oro. En su apogeo, Tlalpujahua llegó a ser uno de los centros mineros más importantes de la región, lo que atrajo tanto a españoles como a indígenas en busca de fortuna. El oro de Tlalpujahua se utilizó en diversas construcciones coloniales, y la actividad minera dejó una huella en la cultura local que todavía se percibe en la arquitectura y en la forma de vida del pueblo.

Mina Las Dos Estrellas en el siglo XX. Foto: Eugenio Espino.

La mina de Las Dos Estrellas, uno de los vestigios más emblemáticos de esa era, ahora es un sitio turístico que ofrece a los visitantes la oportunidad de conocer cómo se extraía el oro en el siglo XIX. Aunque la minería se ha reducido significativamente, el legado de esa época persiste en el nombre de la localidad y en el espíritu trabajador de sus habitantes.

La Mina Dos Estrellas, ubicada en Tlalpujahua, es uno de los emblemas más destacados de la rica historia minera del pueblo. Durante su apogeo, entre 1908 y 1913, esta mina fue la principal productora mundial de oro, extrayendo cantidades significativas de oro y plata. La mina fue pionera en el uso de cianuro para separar los metales preciosos de la roca, lo que revolucionó la industria minera en la región.

La empresa mencionada, fundada el 19 de septiembre de 1898 con capital francés proveniente de la Banque Franco-égyptienne y Crédit Lyonnais, fue clave en el auge minero de Tlalpujahua, participando activamente en la extracción de oro y plata hasta poco antes de la Revolución Mexicana. Sin embargo, después de 1937, cuando fue nacionalizada, la operación pasó a manos de la cooperativa minera Las Dos Estrellas, que continuó su labor en menor escala hasta su liquidación en 1959.

Un aspecto interesante de la historia de esta empresa es su uso de «vales» para pagar a sus trabajadores en lugar de dinero en efectivo, lo que generó desconfianza tanto entre los empleados como entre los comerciantes locales. En 1914, se reportó que la empresa había emitido vales de un peso y fracciones para contrarrestar la escasez de «tostones» y billetes fraccionarios, que los empleados utilizaban para hacer compras en los comercios locales. Estos comercios, al acumular suficientes vales, los canjeaban posteriormente con la empresa.

Vales de la compañía Las Dos Estrellas. Foto: Especial.

Fomento Minero, una de las principales instituciones responsables de la industria minera en México, jugó un papel crucial en el desarrollo de estas minas en el siglo XX. A través de políticas de incentivo y la inversión en infraestructura minera, Fomento Minero contribuyó a la explotación de recursos en Tlalpujahua, lo que permitió que las minas como Dos Estrellas alcanzaran su máximo potencial. Aunque la minería ha disminuido en la región, las huellas de este legado siguen siendo parte fundamental de la identidad de Tlalpujahua, tanto en su economía como en su patrimonio cultural.

De la Minería al Arte de las Esferas

Tras el declive de la minería, a mediados del siglo XX, los habitantes de Tlalpujahua quedó como un pueblo fantasma por la caída de la minería y la migración alentada por el programa Bracero, por lo que los habitantes comenzaron a buscar nuevas formas de sustento. Fue en este contexto cuando surgió la producción de esferas de vidrio como una actividad artesanal, transformando la economía local y ofreciendo una salida creativa para los trabajadores y el conocido taller artesanal llamado «El Escuelo» donde elaboraban piezas de barro. Hoy en día, la fabricación de esferas de Navidad es no solo una fuente de ingresos, sino también un símbolo de la resiliencia y la capacidad de adaptación de la comunidad.

El pueblo ha logrado preservar su esencia minera, fusionándola con el arte del vidrio. En cada esfera, se puede ver reflejada no solo la destreza de los artesanos, sino también el alma de Tlalpujahua: un lugar donde la historia minera se encuentra con la festividad navideña.

Un Destino Turístico de Encanto

Visitar Tlalpujahua es una experiencia única, sobre todo durante la temporada decembrina. Las calles del pueblo se visten de luces y adornos, y el aroma a pino y a pintura fresca de las esferas llena el aire. Los turistas pueden recorrer los talleres artesanales, donde los maestros vidrieros muestran cómo transforman el vidrio soplado en esferas llenas de vida y color. Además, los visitantes pueden llevarse una pieza única que, más allá de su valor decorativo, refleja la tradición y la historia de este pueblo michoacano.

Feria de la esfera en Tlalpujahua. Foto: Especial.

El ambiente festivo de Tlalpujahua es tan acogedor que en 2008 fue declarado Pueblo Mágico, lo que ha atraído aún más la atención de quienes buscan descubrir los secretos de la artesanía local y la belleza de sus paisajes. Las celebraciones de Navidad en Tlalpujahua son un espectáculo en sí mismas, con procesiones, conciertos y una gran feria artesanal donde las esferas se convierten en la estrella del evento.

Tlalpujahua de Rayón es mucho más que un lugar donde se fabrican esferas de Navidad. Es un pueblo con un pasado minero que ha sabido transformar sus retos en arte y tradición. Hoy, las esferas de vidrio no solo son símbolo de la Navidad, sino también del ingenio y la perseverancia de un pueblo que sigue brillando con luz propia. Comida recomenda: corundas, barbacoa y pan de pulque.

Programa de la Feria de la Esfera para diciembre. Foto: especial.

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