El lunes 11 de noviembre, en el sector del antiguo Real Cariari en Heredia, Costa Rica, la Policía Municipal a un edificio corporativo donde una mujer encapuchada que ya había sido detenida por el personal de seguridad del edificio, amenazaba con explotar el lugar y ocasionar otros daños.
La mujer, identificada como Solano, portaba dos bolsos con un arsenal: siete bombas Molotov, un machete, un cuchillo, un hacha y dos armas de fuego de fabricación casera. La Policía Municipal informó que durante su detención, la mujer confesó que se dirigía a un call center, ubicado en ese mismo edificio, con la intención de agredir a sus excompañeros. Según su declaración, lo hacía en represalia por lo que consideraba casos de bullying que había sufrido en el lugar de trabajo.
«La detenida, quien aparentemente planeaba un acto de terrorismo, portaba dos bolsos con el siguiente arsenal: siete bombas Molotov, un machete, un cuchillo, un hacha, además de dos armas de fuego de fabricación casera», indicó la Policía Municipal de Heredia en su informe.
A raíz de la detención, la mujer fue puesta bajo custodia de la Fiscalía de Heredia, que inició la investigación del caso. El Ministerio Público, a través de la Fiscalía Adjunta de Heredia, confirmó que la mujer está siendo investigada como sospechosa de intentar llevar a cabo un atentado. Tras una solicitud de la Fiscalía, el Juzgado Penal dictó una medida cautelar de internamiento en el Centro de Atención de Personas con Enfermedades Mentales en Conflicto con la Ley (Capemcol), por un periodo de tres meses.
El caso se mantiene en investigación y se ha abierto un expediente judicial con el número 24-001053-1094-PE. El Ministerio Público continuará determinando las circunstancias y los motivos que llevaron a la mujer a planificar este acto de violencia.