El futuro de los niños está en riesgo si no se toman medidas urgentes para proteger sus derechos, advierte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en su informe «Estado Mundial de la Infancia 2024». Publicado con motivo del Día Mundial de la Infancia, el documento alerta sobre cómo tres mega tendencias —el cambio demográfico, la crisis climática y los avances tecnológicos— afectarán la vida de los niños en 2050, y hace un llamado a la acción inmediata para garantizar su bienestar y un futuro sostenible.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) publicó este miércoles un informe con motivo del Día Mundial de la Infancia, donde destaca que el futuro de los niños podría estar en grave peligro si no se adoptan medidas urgentes para proteger sus derechos. El documento, titulado «Estado Mundial de la Infancia 2024: El futuro de la infancia en un mundo en transformación», proyecta cómo tres mega tendencias —el cambio demográfico, la crisis climática y medioambiental, y los avances tecnológicos— impactarán la vida de los niños en 2050.
“Los niños están sufriendo un sinfín de crisis, desde las perturbaciones climáticas hasta los peligros en línea, que se intensificarán en los próximos años”, afirmó Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF. Según el informe, las decisiones que los líderes mundiales tomen hoy, o dejen de tomar, definirán el mundo que heredarán los niños. «Crear un futuro mejor en 2050 requiere algo más que imaginación, requiere acción. Décadas de progreso, especialmente para las niñas, están amenazadas”, señaló Russell.
El informe también subraya la grave situación climática, destacando que 2023 fue el año más caluroso jamás registrado. En la próxima década, se espera que los peligros climáticos se intensifiquen, con un aumento significativo en el número de niños expuestos a olas de calor, inundaciones e incendios extremos. UNICEF recalca que el impacto de estos fenómenos dependerá de factores como la edad, la salud, el nivel socioeconómico y el acceso a recursos de los niños. Un niño con acceso a refugios resistentes, infraestructura adecuada y servicios esenciales tiene más probabilidades de sobrevivir que uno sin estas condiciones.
En cuanto a la brecha digital, el informe también resalta cómo el acceso desigual a las tecnologías digitales podría agravar las desigualdades. En 2024, más del 95% de los habitantes de los países de renta alta estarán conectados a Internet, en comparación con solo el 26% en los países de renta baja. Esto limita el acceso de los jóvenes de estos países a competencias digitales esenciales para su educación y futuro laboral.
A pesar de estos desafíos, el informe también trae buenas noticias. Se espera un aumento en la esperanza de vida al nacer y un avance en el acceso de los niños a la educación. Para 2050, casi el 96% de los niños a nivel mundial tendrán al menos educación primaria, comparado con el 80% en la década de 2000. Además, con más inversión en educación y salud pública, y mayores esfuerzos en la protección del medio ambiente, la brecha de género en educación y en la exposición a peligros medioambientales podría reducirse.
