Nueve muertos, entre ellos dos bomberos y un paramédico, fue el saldo de un ataque armado registrado el 30 de noviembre en los puestos de venta de cajeta de El Trébol, en la entrada de Apaseo el Grande, Guanajuato.
Un ataque armado perpetrado el 30 de noviembre de 2024 en Apaseo el Grande, Guanajuato, dejó como saldo nueve personas muertas y al menos cuatro más gravemente heridas. Entre las víctimas mortales se encuentran dos bomberos municipales y un paramédico estatal.
Los hechos ocurrieron en los puestos de venta de cajeta ubicados en El Trébol, también conocido como «la Ye», en la entrada principal al municipio. Según testigos, los agresores dispararon desde la carretera con armas largas, atacando indiscriminadamente a clientes y comerciantes.
Entre las personas fallecidas fueron identificadas: Ulises Ramírez Vázquez, bombero de Celaya; Alejandro Ortega, bombero de Apaseo el Grande; y Ricardo Eduardo López Ortega, paramédico del Sistema de Urgencias del Estado de Guanajuato (SUEG), asignado a Cortazar y originario de Juventino Rosas.
Ocho personas murieron en el lugar del ataque, mientras que una más falleció tras ser trasladada a un hospital. Las demás víctimas se encuentran hospitalizadas con heridas de gravedad.
Los agresores llegaron en vehículos y dispararon repetidamente contra al menos dos negocios, donde además de vender dulces tradicionales, se ofrecían bebidas alcohólicas de manera irregular. Posteriormente, huyeron sin dejar rastro.
Aunque elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Policía Municipal y Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) desplegaron un operativo en la zona, no se logró capturar a los responsables hasta el cierre de esta edición.
La escena del crimen fue asegurada por autoridades de los tres niveles de gobierno. Peritos de la Fiscalía General de Guanajuato recabaron indicios balísticos y materiales, que fueron integrados a la carpeta de investigación. Los cuerpos de las víctimas fueron trasladados a la capital del estado para realizar las autopsias correspondientes.
El ataque ha conmocionado a la población de Apaseo el Grande y a los cuerpos de emergencia, quienes enfrentan diariamente los riesgos de su labor en un entorno marcado por la creciente violencia en Guanajuato.