En las últimas semanas, numerosos avistamientos de drones no identificados han desatado preocupación y confusión en la Costa Este de Estados Unidos, generando llamados a la intervención de las autoridades militares y federales. Estas aeronaves han sido vistas sobrevolando barrios residenciales, sitios restringidos e infraestructura crítica, lo que ha llevado a intensos debates sobre su origen y propósito.
Entre los incidentes más destacados, el Aeropuerto Internacional Stewart de Nueva York cerró sus pistas durante aproximadamente una hora debido a la actividad de drones. Además, las autoridades han informado sobre avistamientos cerca de instalaciones sensibles como el Picatinny Arsenal, un centro de investigación militar, y la Estación de Armas Navales Earle en Nueva Jersey.
Aunque el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) han asegurado que “no hay evidencia de que los avistamientos representen una amenaza a la seguridad nacional o pública”, los políticos locales han exigido más recursos e información.
El Pentágono ha desmentido especulaciones de que los drones estén relacionados con adversarios extranjeros, como afirmaba un reciente rumor sobre una “nave nodriza” iraní frente a la costa estadounidense. “No hay evidencia que respalde esta teoría”, afirmó Sabrina Singh, subsecretaria de prensa del Pentágono.
El FBI, en colaboración con la Guardia Costera y otras agencias, lidera la investigación. Aunque la mayoría de las 5 mil pistas recibidas hasta ahora han sido descartadas, menos de 100 han sido consideradas dignas de mayor análisis.
Mientras tanto, los gobernadores de Pensilvania, Massachusetts y Virginia han implementado medidas para abordar el fenómeno, incluyendo la utilización de helicópteros y sistemas de detección de drones. En Virginia, el gobernador Glenn Youngkin destacó la importancia de proteger la infraestructura crítica ante posibles riesgos.
El expresidente Donald Trump pidió públicamente que los drones sean derribados si representan un peligro, pero expertos han advertido que esta medida podría ser peligrosa para las personas en tierra y enfrentar desafíos legales. Alejandro Mayorkas, Secretario de Seguridad Nacional, subrayó que destruir los drones sería un “último recurso” en caso de una amenaza inminente.
A medida que continúan los avistamientos, las autoridades enfrentan el desafío de equilibrar la seguridad pública con la transparencia y una respuesta adecuada ante los misteriosos drones que mantienen en vilo a la Costa Este.
Con información de CNN.