Este 21 de diciembre, el hemisferio norte experimentará el solsticio de invierno, un fenómeno astronómico que marca el día más corto y la noche más larga del año. Este evento señala el inicio oficial del invierno, que se extenderá hasta el equinoccio de primavera en marzo. Esto sucedió el 21 Diciembre de 2024 a las 9:21 GMT, (15:00 horas en la Ciudad de México) de acuerdo con la NASA.
El solsticio ocurre cuando el eje de la Tierra, inclinado a 23.5 grados, alcanza su máxima inclinación alejándose del Sol. Este movimiento coloca al astro en su punto más bajo en el cielo al mediodía, limitando la cantidad de luz solar que recibe una parte del planeta.
Importancia cultural y científica
Desde tiempos antiguos, el solsticio de invierno ha sido motivo de celebración en diversas culturas. En lugares como Stonehenge, en Inglaterra, cientos de personas se reúnen para observar cómo el sol parece alinearse con las estructuras megalíticas. En otras tradiciones, como las festividades escandinavas del Yule, se encendían hogueras y velas para simbolizar el renacimiento de la luz.
Por otro lado, este evento también tiene relevancia científica, ya que permite estudiar las inclinaciones terrestres y las variaciones en los patrones climáticos. Además, el solsticio de invierno afecta las dinámicas de la fauna y la flora, que adaptan su comportamiento y ciclos biológicos a las condiciones de menor luz y temperaturas más bajas.
El invierno y sus efectos
El inicio del invierno trae consigo un descenso de las temperaturas y, en muchas regiones, fenómenos como nevadas o heladas. Aunque puede ser una época desafiante para muchas comunidades, también es un momento de reflexión y convivencia en torno a las celebraciones decembrinas.
El próximo solsticio de invierno ofrecerá una oportunidad única para conectar con la naturaleza, observar los cielos despejados y reflexionar sobre los ciclos del tiempo que han fascinado a la humanidad durante siglos.