El cambio climático dejó su huella más devastadora en 2024, con miles de muertes y millones de desplazados en todo el mundo, según el primer informe anual de World Weather Attribution. Fenómenos extremos, como olas de calor, sequías e inundaciones, cobraron fuerza bajo un clima cada vez más alterado, poniendo en evidencia la urgencia de frenar el calentamiento global.
World Weather Attribution (WWA) presentó su primer informe anual, titulado «Cuando los riesgos se vuelven realidad: fenómenos meteorológicos extremos en 2024”, un documento que expone el impacto devastador del cambio climático en el último año. Con temperaturas récord que desencadenaron olas de calor, sequías, incendios forestales, tormentas e inundaciones, el informe subraya la creciente urgencia de frenar el calentamiento global.
De acuerdo con el análisis, el cambio climático contribuyó directamente a la muerte de al menos 3,700 personas y al desplazamiento de millones en 26 eventos extremos estudiados por la organización. Estos fenómenos representaron apenas una fracción de los 219 eventos climáticos significativos registrados en 2024, muchos de los cuales dejaron un impacto irreversible en comunidades vulnerables.
El año de los extremos
El documento señala que 2024 fue un año excepcionalmente marcado por desastres climáticos, como la histórica sequía en la Amazonia, que se sumó a incendios forestales y una alarmante pérdida de biodiversidad. Regiones como el Pantanal y la selva amazónica, consideradas esenciales para la estabilidad climática global, sufrieron daños que amenazan su capacidad para absorber carbono y retener humedad.
En otras partes del mundo, tormentas como el huracán Helene y el tifón Gaemi dejaron un rastro de destrucción, intensificadas por mares y atmósferas más cálidas. Además, las inundaciones devastaron regiones desde los Apalaches hasta Brasil, donde las deficiencias en los sistemas de alerta temprana y evacuación exacerbaron las pérdidas humanas.
El informe destaca que el cambio climático, más que fenómenos naturales como El Niño, fue el principal responsable de estas catástrofes. Las temperaturas récord también se tradujeron en lluvias torrenciales que intensificaron inundaciones, una consecuencia directa de una atmósfera más cálida que retiene mayor humedad.
Una advertencia global
Climate Central, socio de WWA en la elaboración del informe, reveló que en 2024 el cambio climático añadió un promedio de 41 días de calor extremo en todo el mundo. Las comunidades más afectadas fueron, en su mayoría, pequeños estados insulares y países en desarrollo, considerados en la primera línea del impacto climático.
La organización también advirtió sobre los peligros no informados del calor extremo, destacando casos como el de un hospital en Mali que reportó un aumento de muertes a medida que las temperaturas se acercaron a los 50 grados Celsius.
Hacia un futuro sostenible
El informe hace un llamado urgente para abandonar los combustibles fósiles, responsables directos del calentamiento global. Aunque en la COP28 se alcanzó un acuerdo para reducir su uso, se siguen abriendo nuevos yacimientos de petróleo y gas, lo que compromete los esfuerzos para limitar el calentamiento a 1.5 grados Celsius.
WWA también subraya la necesidad de fortalecer los sistemas de alerta temprana, mejorar los mecanismos de financiación para países en desarrollo y garantizar que las poblaciones vulnerables tengan acceso a herramientas que minimicen el impacto de los desastres.
Este primer informe anual no solo documenta los efectos devastadores del cambio climático, sino que también traza un mapa hacia un mundo más seguro y equitativo.
