Un niño de 5 años, identificado como Joaquín, fue trasladado de urgencia desde la localidad de Carboneras, en el municipio de Pueblo Nuevo, Durango, al Hospital Materno Infantil de Durango tras sufrir una grave lesión ocasionada por la explosión de pirotecnia durante las celebraciones decembrinas.
De acuerdo con medios locales, el menor resultó con quemaduras de segundo grado y la amputación de varios dedos de la mano izquierda, lo que requirió una intervención quirúrgica de emergencia. Testigos señalaron que un cohete le estalló en las manos mientras lo manipulaba.
Esta tragedia ocurre pocas semanas después de un incidente similar en el municipio de El Mezquital, Durango, donde un menor de 11 años perdió la vida y otros dos resultaron heridos por la explosión de un cohete a principios de enero.
El uso de pirotecnia sigue generando graves consecuencias en la entidad, a pesar de las advertencias de las autoridades. Este caso resalta la importancia de reforzar las medidas de prevención para evitar tragedias que afectan especialmente a los más vulnerables.