Felipe Calderón llama a México y España a superar el pasado y construir un futuro de hermandad y cooperación

Felipe Calderón llama a México y España a superar el pasado y construir un futuro de hermandad y cooperación

Felipe Calderón, expresidente de México, destacó la importancia de superar las tensiones históricas entre México y España y enfocarse en construir un futuro de hermandad y cooperación. En su intervención durante el foro «México y España, amigos para siempre», Calderón subrayó que los pueblos de ambos países comparten más en común que diferencias y deben mirar al futuro para fortalecer sus lazos.

El expresidente Felipe Calderón destacó la importancia de mirar al futuro y dejar atrás los resentimientos históricos entre México y España, durante su intervención en el foro «México y España, amigos para siempre» organizado por la Fundación NEOS. El exprimer mandatario, quien lideró el país de 2006 a 2012, resaltó que tanto México como España deben superar los crímenes históricos y enfocarse en construir un futuro de hermandad y entendimiento mutuo.

Estas declaraciones se dan meses después de un conflicto diplomático entre México y España, originado por la solicitud del presidente Andrés Manuel López Obrador a la corona española para que ofreciera disculpas por los crímenes cometidos durante la colonia. Este reclamo, que resurgió después de la llegada de Claudia Sheinbaum al poder como presidenta electa de México, llevó a que en septiembre de 2024 el gobierno español se negara a asistir a su toma de protesta, lo que intensificó las tensiones.

El incidente comenzó en 2019, cuando López Obrador envió una carta al rey Felipe VI pidiendo disculpas por los agravios cometidos durante la conquista y el periodo de la Nueva España. La solicitud fue filtrada a los medios y no recibió respuesta directa, lo que llevó a Sheinbaum a decidir no invitar al monarca para su toma de protesta, optando en su lugar por invitar al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Sheinbaum explicó que la negativa a responder de la corona española fue lo que motivó su decisión.

En sus declaraciones, Calderón afirmó que México no es el Tenochtitlán de antaño y que España ya no es Castilla y Aragón. En su opinión, “en toda conquista territorial hay barbarie e injusticia”, pero estos eventos no deben marcar el destino de las generaciones actuales, quienes no deben ser responsables por los actos de sus antepasados. “A ningún mexicano y a ningún español de los que en este siglo vivimos y convivimos, puede imputársele o reclamársele culpa alguna de lo que hace siglos fue”, señaló, enfatizando que los pueblos de ambos países tienen más en común que diferencias.

Para Calderón los posibles crímenes cometidos por los colonizadores durante el periodo de conquista son resentimientos que deben ser superados.»No podemos construir el futuro si estamos anclados en la sombra de los resentimientos las diferencias que son naturales en el encuentro de dos culturas tan poderosas como las nuestras», sostuvo.

Durante su intervención, Calderón subrayó que las diferencias entre dos culturas tan poderosas como las de México y España no deben ser vistas como un obstáculo, sino como una oportunidad para enriquecer la relación bilateral. “Lo que importa es el futuro”, añadió, celebrando el lema del foro, “México y España, amigos para siempre”.

Felipe Calderón, quien fue presidente de México entre 2006 y 2012, también se refirió a la gran responsabilidad que tienen ambos países de ser un modelo para el mundo de cómo superar el pasado y mirar hacia un futuro de colaboración. Según su visión, estos lazos deben ser un ejemplo de cómo dos culturas pueden dialogar, aprender y crecer juntas, destacando la necesidad de construir un puente que no solo conecte tierras, sino también corazones.

La presidencia de Felipe Calderón estuvo marcada por el inicio de la Guerra contra el Narcotráfico, que comenzó casi inmediatamente después de que asumió el cargo en 2006. Esta estrategia, considerada por muchos observadores como un intento de ganar legitimidad popular tras las controvertidas elecciones presidenciales, incluyó la aprobación de la Operación Michoacán, el primer despliegue a gran escala de tropas federales contra los carteles de la droga. Al finalizar su mandato, el número oficial de muertes relacionadas con esta guerra superó los 60,000.

Durante su administración, la tasa de homicidios se disparó, alcanzando su punto máximo en 2010, para luego disminuir en los últimos dos años de su gobierno. La política de seguridad de Calderón estuvo marcada por la presencia de carteles de la droga en los más altos niveles de su administración, como lo evidenció el caso del Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien fue sentenciado en los Estados Unidos por sus vínculos con el crimen organizado.

Además, su gobierno estuvo marcado por la Gran Recesión global de 2008, que resultó en una caída del 4.7% en el Producto Interno Bruto (PIB) de México en 2009. Sin embargo, en 2010, el país experimentó una recuperación económica que resultó en un crecimiento del 5.11%. A pesar de estos retos, Calderón también impulsó iniciativas clave como la creación de ProMéxico, un fondo de fideicomiso público para promover el comercio internacional y la inversión.

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