James Earl Carter Jr., el trigésimo noveno presidente de Estados Unidos, falleció este 29 de diciembre en Plains, Georgia, a los 100 años de edad. Reconocido por su liderazgo en los Acuerdos de Camp David y su labor humanitaria con el Centro Carter, el político demócrata dejó un legado que abarcó desde la Casa Blanca hasta los rincones más necesitados del mundo.
El expresidente de Estados Unidos James Earl Carter Jr, conocido como Jimmy Carter, falleció el 29 de diciembre de 2024 a los 100 años, en su hogar en Plains, Georgia, el mismo lugar donde nació el 1 de octubre de 1924. Carter, trigésimo noveno presidente del país (1977-1981), dejó un legado como líder político, humanitario y defensor incansable de los derechos humanos.
Jimmy Carter inició su carrera pública en su estado natal, ocupando primero el cargo de senador en la Asamblea General de Georgia (1962-1966) y luego como gobernador (1971-1975). En 1977 asumió la presidencia con la promesa de restaurar la confianza en el gobierno tras los escándalos de Watergate.
Durante su mandato, Carter destacó por su enfoque en política exterior, logrando hitos como los acuerdos de Camp David entre Egipto e Israel, los tratados sobre el Canal de Panamá y el establecimiento de relaciones diplomáticas con China. Sin embargo, enfrentó desafíos como la crisis de los rehenes en Irán y problemas económicos internos, marcados por la estanflación. Fue un periodo decisivo para la nación, enfrentando la crisis energética derivada del embargo petrolero de la OPEP y los altos precios del crudo, que desencadenaron una inflación histórica y alteraron la vida cotidiana de los estadounidenses.
Carter promovió una política energética que buscaba reducir la dependencia del petróleo extranjero, implementando medidas de conservación y fomentando el desarrollo de energías renovables. Sin embargo, estas iniciativas se enfrentaron a una opinión pública dividida y a un Congreso reticente, lo que complicó su implementación.
Tras dejar la Casa Blanca, Carter dedicó su vida a la promoción de la democracia, la resolución pacífica de conflictos y el desarrollo social a través del Centro Carter, fundado junto a su esposa Rosalynn en 1982. Esta organización ha mediado en conflictos internacionales y supervisado procesos electorales en decenas de países, ganándole el respeto mundial y el Premio Nobel de la Paz en 2002.
Carter también fue reconocido por su compromiso con el medio ambiente y su defensa de los derechos humanos. Durante décadas, el expresidente impartió clases de escuela dominical y se mantuvo activo en labores humanitarias, convirtiéndose en un símbolo de integridad y servicio público.
Nacido en una familia agrícola en la Georgia rural, Carter creció en un contexto de segregación racial, una realidad que marcaría su perspectiva de justicia social. Se graduó en Ciencias en la Academia Naval de Estados Unidos y sirvió en la Armada antes de regresar a Plains para hacerse cargo del negocio familiar.
Con su fallecimiento, Estados Unidos pierde a uno de sus expresidentes más longevos y activos. Su vida y obra dejan un legado de servicio y compromiso que continuará inspirando a generaciones futuras.