Investigadores de la Oficina de Investigación de la Corrupción (CIO) de Corea del Sur intentaron ejecutar una orden de arresto contra el presidente destituido Yoon Suk Yeol el pasado viernes por la mañana, pero la operación fue suspendida después de varias horas de confrontación. La noticia fue reportada por la Agencia de Noticias Yonhap, que detalló el inicio de la intervención con un equipo de 30 oficiales y 120 miembros de la policía.
La orden de arresto fue aprobada el martes por un tribunal, lo que marcó un precedente histórico al ser la primera vez que se toma una medida de este tipo contra un presidente en funciones. Yoon está siendo investigado en múltiples casos, incluido uno que lo acusa de liderar una insurrección tras haber declarado ley marcial a principios de diciembre. Este decreto fue emitido en un sorpresivo discurso en el que el mandatario alegó que los legisladores de la oposición habían «paralizado los asuntos estatales», y que la medida era esencial para proteger a Corea del Sur de «elementos antiestatales».
El intento de arresto comenzó a las 6:13 a. m. con la llegada de los investigadores frente a la residencia presidencial en Hannam-dong, pero se topó con resistencia de la seguridad presidencial. A pesar de presentar la orden judicial, los agentes fueron detenidos a unos metros de la puerta principal, ya que la seguridad del presidente alegó que el área estaba protegida bajo la Ley de Seguridad Presidencial.
Después de más de cinco horas de tensión y negociaciones, la Oficina de Investigación de la Corrupción suspendió la ejecución de la orden a la 1:30 p. m. debido a las preocupaciones sobre la seguridad de los involucrados. En un comunicado, la agencia explicó que la confrontación hizo imposible continuar con el operativo y lamentó la actitud del presidente, quien se negó a cooperar.
Yoon Suk Yeol, quien fue fiscal antes de asumir la presidencia, ha desafiado a las autoridades al no cumplir con tres citaciones para colaborar en las investigaciones. El presidente destituido también se ha mantenido firme en su posición, prometiendo «luchar hasta el final» por el país, y en días recientes, emitió su primer comentario público tras mantenerse alejado de la vida pública.
Este suceso ocurre en un contexto de caos político en el país. La destitución de Yoon fue respaldada por una votación parlamentaria, luego de que miembros de su propio partido se volvieran contra él debido a su decreto de ley marcial. A la controversia política se sumó la votación en la Asamblea Nacional que también destituyó a su primer ministro interino, Han Duck-soo, mientras que el ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, asumió el cargo de presidente interino.
El desenlace de este enfrentamiento entre el presidente suspendido y las autoridades judiciales parece lejos de resolverse, con la investigación en curso y la posible revocación de la orden de arresto aún en discusión. Las tensiones políticas y la crisis institucional continúan dominando el panorama político de Corea del Sur.
Con informacion de Chosun Ilbo.