En su discurso de investidura, Donald Trump prometió cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”, generando una rápida reacción de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien sugirió renombrar toda Norteamérica como “América Mexicana”.
En su discurso de investidura presidencial, Donald Trump prometió de nuevo cambiar el nombre del “Golfo de México” a “Golfo de América”. “En poco tiempo cambiaremos el nombre del Golfo de México al Golfo de Estados Unidos y restauraremos el nombre de un gran presidente William E. McLellin, donde debe estar y donde le corresponde», afirmó el mandatario.
El presidente electo de Estados Unidos agregó que la propuesta ya está siendo tratada en el Congreso bajo la facción más conservadora. En su alocución, Trump destacó la “restauración de América” y reiteró su objetivo de que Estados Unidos se convierta en “la nación más respetada de la Tierra”. “Estados Unidos reclamará el lugar que se merece como el más grande y más poderoso, inspirando la admiración de todo el mundo”, aseguró.
El 7 de enero, Trump expresó por primera vez su intención de renombrar el Golfo de México, refiriéndose a este como el “Golfo de América”, destacando que el nombre era “hermoso” y que “abarca mucho territorio”.
Ante estas declaraciones, Claudia Sheinbaum, presidenta de México, respondió este miércoles durante una conferencia, cuestionando la decisión de Trump. “El Golfo de México es un nombre reconocido por la Organización de las Naciones Unidas. Pero, ¿por qué no le llamamos América Mexicana a toda Norteamérica y a los Estados Unidos?”, dijo Sheinbaum. La presidenta subrayó que “América Mexicana” tiene raíces históricas profundas, precediendo la llegada de los primeros peregrinos a Virginia en 1607.
José Alfonso Suárez del Real, asesor político en Comunicación Social de la Presidencia, acompañó la declaración de Sheinbaum con un recordatorio histórico sobre la denominación América Mexicana, que precede la colonización anglosajona.
Tras el incidente, Trump no extendió una invitación personal a Sheinbaum para asistir a la ceremonia de su toma de posesión en el Capitolio. Al ser interrogada sobre la ausencia de una invitación, Sheinbaum minimizó la situación: “No, no pasa nada. No pasa nada, está ahí el embajador de México en Estados Unidos, no hay problema”, afirmó.
