Un atropellamiento masivo en la emblemática calle Bourbon de Nueva Orleans dejó 15 muertos, todos de origen mexicano, y 35 heridos, entre ellos Javier Salas Espinoza, fiscal anticorrupción de Baja California, y su esposa. Las autoridades investigan si el incidente fue intencional, mientras el Consulado de México brinda apoyo a las víctimas.
El inicio de año se tiñó de tragedia para Javier Salas Espinoza, fiscal anticorrupción de la Fiscalía General de Baja California, y su familia. El miércoles 1 de enero, un atropellamiento masivo en la calle Bourbon, en el barrio francés de Nueva Orleans, dejó un saldo devastador: 15 personas fallecidas, todas de origen mexicano, y 35 heridos, entre ellos Salas Espinoza, su esposa, Ivonne Palma, y uno de sus hijos.
La familia celebraba el Año Nuevo en una cena cuando una camioneta embistió a transeúntes. Salas Espinoza sufrió fracturas en el pie y otras lesiones, mientras que su esposa presentó raspones y heridas menores. Su hijo tuvo lesiones leves, y aunque la situación fue alarmante, los adultos fueron reportados como estables.
El incidente conmocionó tanto a la comunidad local como a los ciudadanos mexicanos. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó que entre los afectados había dos ciudadanos mexicanos. Más tarde se reveló que se trataba del fiscal anticorrupción y su esposa.
El conductor de la camioneta, identificado como Shamsud-Din Jabbar, un hombre de 42 años residente en Texas, murió en un enfrentamiento con la policía tras el ataque. Mientras tanto, las autoridades estadounidenses investigan si se trató de un accidente o un acto intencional.
En Mexicali, trascendió que Iván Salas Palma, hijo del matrimonio y regidor en Ensenada, no pudo acompañar a su familia en el viaje debido a la pérdida de su visa.
El Consulado de México en Nueva Orleans ha estado en contacto con los familiares de las víctimas, ofreciendo asistencia y apoyo consular. Asimismo, pidió a la comunidad mexicana en la zona mantenerse informada sobre las actualizaciones de la investigación y posibles recomendaciones de seguridad.
Este atropellamiento masivo ha dejado una profunda herida, no solo entre las víctimas y sus familias, sino también entre las comunidades de México y Estados Unidos. Diversas organizaciones y personas han expresado su solidaridad, mientras los gobiernos trabajan de manera coordinada para garantizar justicia y apoyo a los afectados.
