El incendio Hughes avanzó de manera explosiva, alcanzando una extensión de 9 mil 457 acres (3 mil 827 hectáreas) en menos de 12 horas. Alimentado por los vientos de Santa Ana, las llamas consumían más de 30 acres (12.14 hectáreas) por minuto, lo que equivale a la longitud de 23 campos de fútbol, según datos de Cal Fire. Aunque la región estaba bajo advertencia de bandera roja por riesgo crítico, los vientos no fueron tan intensos como en otros incendios recientes, lo que permitió a las aeronaves arrojar miles de galones de retardante sobre las líneas del fuego.
El siniestro obligó a evacuar varias escuelas, incluidas Northlake Elementary, Castaic Middle, Castaic Elementary y Castaic High School, mientras que el Distrito Escolar Unificado de Castaic informó que todos los estudiantes fueron recogidos a salvo. Las llamas también cruzaron la carretera Lake Hughes Road, aunque el lago Castaic sirvió como barrera natural para impedir su avance hacia la Autopista 5.
Equipos de emergencia, incluidos helicópteros y aviones Súper Scoopers, trabajaron durante todo el día lanzando agua y retardante rosa Phos-Chek sobre las áreas afectadas, mientras los bomberos en tierra intentaban contener el incendio, que al cierre del miércoles se reportaba controlado en un 14%.
Las autoridades aún desconocen la causa del incendio, que comenzó en una zona montañosa y rural a más de 16 millas de la residencia más cercana. El rápido avance de las llamas y la magnitud del desastre subrayan el impacto de la intensa temporada de incendios forestales que afecta a California, dejando comunidades enteras en peligro y tensando los recursos de emergencia del estado.