Más de 5.000 acres quemados y al menos cinco muertes confirmadas en una de las tormentas de fuego más devastadoras.
Los incendios forestales que azotan el condado de Los Ángeles se han convertido en una tragedia sin precedentes. Más de 1.000 estructuras han sido destruidas, entre ellas viviendas y negocios, mientras que los vientos de Santa Ana y la extrema sequedad del ambiente dificultan los esfuerzos de control. Al menos cinco personas han perdido la vida y cientos han quedado heridas, mientras las llamas avanzan sin cesar por la región.
Las primeras señales de alerta comenzaron el martes, cuando las llamas se desataron en Pacific Palisades, un área residencial exclusiva en el oeste de Los Ángeles, dejando un saldo devastador. En pocas horas, el incendio consumió más de 5.000 acres, destruyendo viviendas de familias adineradas y creando un escenario apocalíptico en la zona. Este incendio es considerado ya el más destructivo en la historia de la ciudad, tanto por su extensión como por el número de construcciones afectadas.
A medida que avanzaba la jornada, otro incendio se desató en las colinas de Hollywood, cerca del famoso cartel, lo que obligó a las autoridades a emitir nuevas órdenes de evacuación. Entre las áreas afectadas se encuentran importantes puntos de interés, como el Teatro Dolby, sede de la ceremonia de los Oscar, y el Hollywood Bowl, uno de los anfiteatros más emblemáticos de la ciudad. La situación también afecta a Runyon Canyon, un popular parque para excursionistas y amantes de la naturaleza.
La urgencia de la situación se ha visto reflejada en el impacto social y económico. Empresas icónicas como el restaurante Reel Inn en Malibú, que llevaba más de 30 años en funcionamiento, han sido destruidas. La tienda de suministros para ganado y mascotas Malibu Feed Bin, que había estado operando durante 60 años, también sucumbió ante las llamas. Mientras tanto, importantes instituciones educativas como la Universidad de California, UCLA, han cancelado clases y actividades, adaptando sus programas a modalidad a distancia debido a la calidad del aire.
El impacto en la industria del entretenimiento ha sido igualmente grave. Los parques temáticos como Universal Studios Hollywood y el complejo comercial CityWalk tuvieron que cerrar debido a las condiciones extremas, y varios programas de televisión como «Jimmy Kimmel Live» y «The Price is Right» fueron cancelados, afectando a una comunidad que depende de la producción de contenidos para sobrevivir.
A lo largo de la región, decenas de miles de personas se han visto obligadas a evacuar, mientras que los bomberos luchan contra los incendios que ya han devorado más de 10.000 acres, como en el caso del incendio en Eaton Canyon, y más de 500 acres cerca de Sylmar.
Los incendios han dejado también un saldo de destrucción sin precedentes en áreas como Altadena, Pasadena y Burbank, mientras que el daño en la infraestructura eléctrica ha dejado a más de 300.000 hogares sin electricidad. La combinación de vientos fuertes y condiciones de sequedad ha convertido la situación en una emergencia que parece no dar tregua.
El futuro inmediato se presenta incierto para muchas familias y empresas de Los Ángeles, mientras los bomberos y las autoridades locales continúan luchando para contener el desastre.
Con información de Los Angeles Times, Telemundo y BBC.