La actividad económica en México registró un leve repunte en noviembre de 2024, según el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que creció un 0.4% mensual con cifras desestacionalizadas. Este avance estuvo impulsado principalmente por el dinamismo de las actividades terciarias, que crecieron 0.5%, mientras que las actividades secundarias mostraron un modesto aumento de 0.1%. En contraste, las actividades primarias retrocedieron 1.4%, reflejando la volatilidad en sectores como la agricultura y la ganadería.
En noviembre de 2024, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) registró un incremento mensual del 0.4% con cifras desestacionalizadas, superando las expectativas iniciales del INEGI. Este crecimiento refleja un desempeño mixto entre los principales sectores económicos del país.
Resultados sectoriales
El sector terciario, que incluye actividades relacionadas con los servicios, lideró el avance con un crecimiento mensual del 0.5%, gracias a la mejora en categorías como comercio al mayoreo, alojamiento y servicios gubernamentales. Este segmento, clave para la economía nacional, también mostró un aumento del 2.0% anual.
Por otro lado, las actividades secundarias, que abarcan la industria manufacturera, la minería y la construcción, apenas lograron un repunte del 0.1% en términos mensuales, pero reportaron una caída anual del 0.9%. El avance industrial estuvo impulsado por las manufacturas y la minería, mientras que la construcción continuó en descenso con una contracción del 1.8%.
El panorama fue menos favorable para las actividades primarias, que incluyen agricultura, pesca y ganadería, con un retroceso mensual del 1.4% y un crecimiento anual limitado al 1.1%.
Factores que influyeron en noviembre
La mejora en el sector terciario se atribuye al dinamismo en el consumo privado, respaldado por el incremento en remesas y una tendencia a la baja en la inflación, lo que permitió un mayor gasto discrecional de los hogares. Además, programas como El Buen Fin y otras promociones comerciales contribuyeron al impulso de ventas y servicios.
Sin embargo, factores externos como la debilidad de la industria en Estados Unidos y la persistente incertidumbre económica limitaron el crecimiento de la industria y las actividades primarias.
Perspectivas para el cierre de 2024 y 2025
Analistas de Banorte señalan que, aunque la economía mostró cierta resiliencia en noviembre, la desaceleración observada durante el último trimestre del año podría extenderse al primer semestre de 2025. Las políticas comerciales de Estados Unidos, particularmente bajo el mandato de Donald Trump, y la incertidumbre en torno al T-MEC podrían ser factores determinantes para el desempeño económico de México en los próximos meses.
Pese a estos retos, el consumo privado se perfila como el principal motor económico, impulsado por el aumento del salario mínimo y la ampliación de programas sociales. Según estimaciones, estos factores podrían sostener un crecimiento moderado en la actividad económica, con mejores perspectivas hacia la segunda mitad de 2025.
En resumen, aunque el crecimiento económico de noviembre fue modesto, el dinamismo del sector servicios ofrece un respiro en un contexto de incertidumbre y retos globales. La clave para el próximo año radicará en mantener la resiliencia del consumo interno y enfrentar con éxito los desafíos externos que se avecinan.
