El Parlamento de Venezuela, controlado por el oficialismo, declaró personas no gratas a nueve expresidentes latinoamericanos, entre ellos los mexicanos Vicente Fox y Felipe Calderón, acusándolos de apoyar un supuesto intento de intervención extranjera. La medida surge tras el respaldo de los exmandatarios al opositor Edmundo González Urrutia, reconocido por Estados Unidos como presidente electo, en un contexto de creciente tensión internacional a días de la doble investidura presidencial en Caracas.
La Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría oficialista, aprobó este martes un acuerdo en el que declara personas no gratas a nueve expresidentes de la región, incluyendo a los mexicanos Vicente Fox y Felipe Calderón, así como a los exgobernantes Andrés Pastrana (Colombia) y Mario Abdo Benítez (Paraguay). La medida responde a su posible participación en el acto donde el líder opositor Edmundo González Urrutia planea jurar como presidente este 10 de enero.
Los legisladores venezolanos acusaron a los exmandatarios de ser una «fuerza extranjera que intenta invadir» el país y advirtieron que, de ingresar sin autorización, serían tratados como invasores y sometidos a juicio.
Un contexto político conservador
Vicente Fox y Felipe Calderón llegaron a la presidencia de México bajo las siglas del Partido Acción Nacional (PAN), un partido conservador que ha buscado fortalecer lazos con figuras y movimientos de derecha en América Latina. Recientemente, el PAN celebró con entusiasmo el triunfo del ultraderechista y libertario Javier Milei en Argentina, destacando afinidades ideológicas y un rechazo común a los gobiernos de izquierda en la región.
En ese contexto, Calderón expresó, en entrevista para NTN24, su disposición a acompañar al líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia, siempre que las condiciones lo permitan. «Estaremos hasta que las circunstancias permitan ese acompañamiento, y las circunstancias las definen los venezolanos. (…) Nosotros hemos sido invitados, nos invita el presidente de Venezuela, Edmundo González», afirmó.
Por su parte, Vicente Fox intentó ingresar a Venezuela en julio pasado como observador electoral junto con otros exmandatarios de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), pero el gobierno de Nicolás Maduro les prohibió la entrada, acusándolos de promover intereses conservadores y de injerencia en los asuntos internos del país.
Advertencias desde el Parlamento
El presidente de la Asamblea, Jorge Rodríguez, endureció el discurso al proponer que cualquier expresidente que ingrese sin autorización sea tratado como una «fuerza invasora».
Asimismo, advirtió que cualquier aeronave que transporte a estos exmandatarios será considerada una amenaza extranjera en el espacio aéreo, marítimo o terrestre del país.
El acto del próximo 10 de enero, donde Edmundo González Urrutia planea asumir la presidencia tras las controvertidas elecciones del 28 de julio, ha intensificado la confrontación entre el oficialismo y la oposición. Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro insiste en que él es el único presidente legítimo del país, en un contexto marcado por las denuncias de injerencia extranjera y la crisis política.
El papel de González Urrutia en la creciente tensión
Exiliado en España desde septiembre, Edmundo González Urrutia ha intensificado su gira internacional, buscando respaldo para asumir la presidencia en Venezuela el 10 de enero. En su reunión con Biden, ambos coincidieron en que la «victoria electoral de González Urrutia» debe ser reconocida y respetada, a pesar de las acusaciones del chavismo sobre un supuesto intento de golpe de Estado respaldado por potencias extranjeras.
El opositor, quien ya ha visitado Argentina y Uruguay, continuará su gira en Panamá y República Dominicana, mientras el chavismo insiste en que Maduro es el único presidente legítimo del país.
Escenario polarizado hacia el 10 de enero
La creciente confrontación entre el oficialismo y la oposición, sumada al respaldo internacional hacia González Urrutia, configura un escenario altamente polarizado de cara al 10 de enero. Mientras Maduro prepara su investidura, la oposición convoca protestas y apela al apoyo internacional para validar su reclamación de un cambio democrático en Venezuela.
El conflicto pone en evidencia las profundas divisiones en América Latina, donde figuras como Fox y Calderón han asumido un papel activo en la crítica a los regímenes de izquierda, alineándose con movimientos que promueven un giro conservador en la región.
