Morena analiza una reforma constitucional tras la declaratoria de Trump que califica a los cárteles mexicanos como terroristas. Ricardo Monreal advirtió sobre los riesgos para la soberanía nacional y la economía, rechazando cualquier intento de intervención extranjera.
La reciente declaración del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la que califica a los cárteles de drogas mexicanos como terroristas, ha encendido preocupación en México. Durante una conferencia en Mérida, en el marco del encuentro con diputados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena y de la Junta de Gobierno de la Cámara de Diputados, reveló que el Congreso podría considerar una reforma constitucional para frenar cualquier intento de intervención extranjera en México ante la amenaza de la orden ejecutiva estadounidense.
Monreal advirtió que de aplicarse esta declaración por parte de Trump, se podrían desencadenar consecuencias graves para el país. Según el senador, no solo afectaría la soberanía nacional, sino que también podría conllevar sanciones económicas, restricciones financieras, y el retiro de inversiones extranjeras en territorio mexicano.
El legislador aclaró que el combate contra los grupos criminales no debe implicar la pérdida de soberanía ni la aceptación de intervenciones extranjeras.
La orden ejecutiva de Trump, que se basa en una ley de 1790, permite a los Estados Unidos actuar contra cualquier país que considere una amenaza para su democracia. Sin embargo, la aplicación extraterritorial de esta ley podría abrir la puerta a una posible invasión de la soberanía mexicana, lo que Monreal calificó de “ invasión grave a la soberanía» de México.
Monreal destacó que, en este contexto, el Congreso mexicano no dudaría en modificar la Constitución para proteger el país de cualquier injerencia externa. “Si es necesario reformar la ley o la Constitución para garantizar la no invasión, la no interferencia la no injerencia de nuestra soberanía lo vamos a hacer ”, expresó.
Monreal aseguró que la prioridad sigue siendo el combate frontal a la delincuencia organizada, sin embargo, subrayó que este esfuerzo debe realizarse bajo los términos de la soberanía y sin ceder a presiones internacionales.
