La presidenta Claudia Sheinbaum presentó un paquete de reformas que consolidan a Pemex y CFE como empresas públicas con autonomía financiera y de gestión. La iniciativa busca revertir las políticas de privatización y garantizar la justicia energética en favor del pueblo.
La presidenta Claudia Sheinbaum envió al Congreso de la Unión un paquete de leyes secundarias como parte de la reforma constitucional que fortalece a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresas públicas. Por primera vez, la legislación incorpora el concepto de justicia energética a favor del pueblo.
“Van a ser más productivas todavía, van a ser más eficientes, más transparentes, van a tener la austeridad republicana como eje de su operación, pero la diferencia es que como unas empresas productivas del Estado se regían como empresas privadas y se ponían en el mismo nivel que una empresa privada. Como si fuera lo mismo en el mercado competir entre una empresa pública y una empresa privada”, afirmó la mandataria en su conferencia matutina.
El 30 de octubre, Sheinbaum firmó el decreto que oficializa la creación de las Empresas Públicas del Estado, consolidando a Pemex y CFE bajo un nuevo marco legislativo. Con ello, ambas entidades dejan de ser consideradas monopolios y operarán con autonomía financiera y de gestión.
Reformas secundarias para fortalecer el sector energético
Durante su conferencia, la presidenta anunció el envío de un paquete de leyes secundarias en materia energética al Congreso. Su objetivo es revertir las reformas neoliberales implementadas desde 1992, las cuales promovieron la privatización del sector.
Las nuevas normativas establecen un régimen especial para Pemex y CFE en la administración de su presupuesto, contabilidad y deudas. Además, fijan metas anuales para garantizar la seguridad energética del país.
La secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, informó que el paquete está compuesto por cinco leyes y cinco armonizaciones, entre ellas la Ley de Planeación y Transición Energética, la Ley de la Empresa Pública del Estado, la Ley del Sector Eléctrico, la Ley del Sector Hidrocarburos, así como las normativas específicas para Pemex y CFE.
Sheinbaum enfatizó que, con la reforma, el sector energético recupera su sentido público, garantizando que el control de la electricidad y los hidrocarburos permanezca en manos del Estado.