Un tiroteo en el Consulado de Honduras en Atlanta dejó este 6 de enero la trágica muerte de Jesús Loera, un ciudadano mexicano que se desempeñaba como guardia de seguridad en el recinto. El ataque, perpetrado por un hombre de nacionalidad hondureña, conmocionó a la comunidad latina en Estados Unidos. México condenó enérgicamente el hecho y exigió una investigación transparente para llevar al responsable ante la justicia, mientras el Consulado General en Atlanta brinda apoyo a la familia de la víctima.
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), expresó su más sentido pesar por el trágico fallecimiento de un ciudadano mexicano, quien trabajaba como guardia de seguridad en el Consulado de Honduras en Atlanta. La SRE condenó enérgicamente el tiroteo ocurrido el 6 de enero, que acabó con la vida de Jesús Loera y dejó a otra persona herida.
Las primeras versiones del suceso, confirmadas por el Consulado General de México en Atlanta, indican que el ataque ocurrió alrededor de las 14:00 horas, cuando un hombre de nacionalidad hondureña intentó ingresar al consulado armado. Loera, quien se encontraba realizando su trabajo en ese momento, solicitó al agresor entregar el arma, pero fue recibido con disparos en al menos cinco ocasiones.
Testigos señalaron que, a pesar de la gravedad de sus heridas, Loera logró comunicar el incidente a las autoridades del consulado antes de fallecer. El ataque también dejó a una persona más herida, quien fue trasladada a un hospital, junto con otras dos personas que presentaron crisis nerviosas tras el suceso.
El ministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Eduardo Enrique Reina, indicó en conferencia de prensa que, aunque el agresor es de origen hondureño, el guardia mexicano evitó que la situación fuera aún más grave al impedir la entrada del atacante al edificio. La rápida reacción de Loera pudo haber salvado vidas, destacó Reina.
El Consulado de Honduras en Atlanta, en colaboración con el Consulado General de México, ha estado en contacto con las autoridades locales, específicamente con la Policía de Doraville, para llevar a cabo una investigación transparente y dar con el responsable del tiroteo. Asimismo, se han extendido esfuerzos para ofrecer el apoyo consular necesario a la familia de Loera durante este doloroso momento.
El embajador de Honduras en Estados Unidos, Javier Bu Soto, también lamentó profundamente el suceso, extendiendo sus condolencias a la familia de Loera y reconociendo su valiente acción para proteger a los ciudadanos que se encontraban en el consulado.
Este tiroteo no solo conmocionó a la comunidad latina en Atlanta, sino que también refuerza la creciente preocupación por la seguridad en los centros diplomáticos y las relaciones entre México y Honduras en temas de seguridad.
El Gobierno mexicano reitera su compromiso de buscar justicia y apoyo para las víctimas de este terrible incidente, esperando que las autoridades locales sigan adelante con una investigación rigurosa.
