Ximena Figueroa y Gustavo Macalpin desatan polémica por la reventa de roscas de Reyes a precios altos

Ximena Figueroa y Gustavo Macalpin desatan polémica por la reventa de roscas de Reyes a precios altos

Ximena Figueroa y Gustavo Macalpin se han convertido en los protagonistas de la polémica por la reventa de roscas de Reyes. Mientras Ximena agotó las 970 piezas que compró en Costco, el periodista Gustavo, despedido en vivo del Canal 66, ofreció roscas a un precio de 7 mil 777 pesos, generando un intenso debate en redes sociales sobre los límites de las compras masivas y la reventa.

Ximena Figueroa, comerciante de Colima, agotó un total de 970 roscas de Reyes de Costco que compró para revender, a pesar de la ola de críticas que generaron sus compras masivas. Inicialmente adquirió 800 piezas, pero debido al éxito de sus ventas sumó 170 adicionales, que logró revender antes del 5 de enero.

Por su parte, otro revendedor que llamó la atención fue el periodista Gustavo Macalpin, quien se volvió viral tras anunciar en redes sociales que vendía roscas de Reyes luego de ser despedido en vivo del Canal 66 en Baja California. En sus publicaciones, el expresentador señaló que ofrecía las roscas a un precio de 7 mil 777 pesos, un costo significativamente superior al precio original en Costco. Incluso mencionó que ofrecía entregas a domicilio en ciertas zonas de Mexicali.

Figueroa también es figura pública fue la primera mujer trans en contender por un cargo de elección popular en Colima. En 2021, fue candidata del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) por el Distrito XI de Manzanillo.

Polémica en redes

El caso de ambos revendedores ha intensificado el debate sobre las prácticas de reventa en productos estacionales. Mientras que Figueroa vendió las roscas a 549 pesos, incrementando su precio en 170 pesos, Macalpin optó por un margen mucho mayor, lo que generó críticas sobre el abuso de los precios en estas fechas festivas.

En el caso de Ximena, las críticas también se centraron en cómo las compras masivas generan desabasto y afectan a los consumidores y panaderos locales, quienes enfrentan dificultades para competir con grandes cadenas como Costco.

A pesar de las controversias, ambos casos reflejan cómo las festividades generan oportunidades de negocio que no siempre son bien recibidas por el público.

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