México extraditó a 29 delincuentes de alto impacto a Estados Unidos, entre ellos Rafael Caro Quintero, debido a riesgos de ordenes de liberacion dictadas por jueces o retrasos en sus procesos. La operación, respaldada por el Gabinete de Seguridad y la Fiscalía General de la República, se realizó sin incidentes y con el apoyo de más de 3,500 elementos de seguridad
El Gabinete de Seguridad, en estrecha coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR), tomó la decisión de realizar este traslado ante el riesgo de que estos criminales pudieran continuar operando y amenazar la seguridad tanto de México como de Estados Unidos, explicó García Harfuch.
Los 29 delincuentes, que se encontraban recluidos en diversos Centros Penitenciarios Federales y Locales, están vinculados a una serie de delitos de alto impacto. Según la información proporcionada, enfrentan acusaciones en Estados Unidos por delincuencia organizada, narcotráfico (incluido el fentanilo), lavado de dinero, homicidio, tráfico de armas y secuestro, entre otros. Además, se les responsabiliza por su participación en crímenes atroces dentro de México, como extorsión, homicidio, ataques a autoridades federales, estatales y municipales, y otros actos violentos relacionados con las organizaciones criminales a las que pertenecen.
En su intervención, García Harfuch también destacó el nivel de organización y los recursos involucrados en la operación de extradición, que incluyó la participación de 3,512 elementos de seguridad, 342 vehículos y 20 aeronaves. A pesar de la magnitud de la operación, las autoridades aseguraron que los Centros Penitenciarios no presentaron incidentes y que las actividades operativas se desarrollaron sin contratiempos.
Este traslado tiene lugar después de que, el 25 de febrero, Estados Unidos designara como “terroristas” a varios de los criminales extraditados, entre ellos Rafael Caro Quintero, reconocido líder del cártel de Sinaloa. Caro Quintero, que fuera liberado en 2013, fue arrestado nuevamente en 2022 y ahora enfrenta una serie de cargos por su implicación en el tráfico de drogas y crímenes violentos tanto en México como en Estados Unidos.
Este conjunto de extradiciones subraya los esfuerzos del gobierno mexicano en la lucha contra el crimen organizado y la cooperación estrecha con las autoridades estadounidenses para combatir la violencia transnacional y el narcotráfico, que ha cobrado miles de vidas en ambos países.
