El inusual despliegue, que se volvió viral, permitió a los efectivos burlar la vigilancia del sospechoso y concretar su captura. Según el coronel Pedro Riojas Tipto, jefe del Escuadrón Verde de la PNP, la idea del disfraz de capibara nació como una estrategia para infiltrarse sin levantar sospechas. «Aprovechamos el contexto festivo y la fiebre por los capibaras en redes», explicó en TV Perú.
Los agentes decomisaron 1.774 envoltorios de pasta básica de cocaína, 420 gramos de marihuana, una balanza, coladores de metal y un teléfono celular dentro de la vivienda del detenido. El microtraficante, esposado y escoltado por el capibara policial, negó cualquier vínculo con los narcóticos, pese a las pruebas incautadas.
El operativo se puso en marcha tras observar que varios individuos recogían paquetes sospechosos en la zona. La operación no solo fue un éxito en términos de seguridad, sino también en redes, donde el «capibara encubierto» se convirtió en tendencia.
Con información de El Correo.