Habitantes del ejido de Tila, junto con organizaciones del Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), denunciaron este viernes presuntos abusos cometidos durante un operativo realizado en la madrugada, encabezado por la policía de élite Pakal en presunta alianza con el grupo criminal Karma.
De acuerdo con un comunicado difundido en un video, el operativo incluyó el cateo de viviendas sin orden judicial y la detención arbitraria de niños, ancianos, jóvenes y adultos sin que existiera una justificación legal.
«Las diferentes organizaciones Congreso Nacional Indígena EZLN le damos a su conocimiento que en la madrugada a las tres de la mañana entró el grupo Pakal juntamente con el grupo criminal Karma acompañado con las tres corporaciones de gobierno, catearon casas sin orden de cateo. Se llevaron niños, mayores, ancianos y jóvenes sin delito», denunciaron.
Los ejidatarios hicieron un llamado al Gobierno Federal y a la presidenta Claudia Sheinbaum para exigir la liberación de los detenidos y alertar sobre la situación de violencia que enfrentan. «Nuestro pueblo está cansado de tanta injusticia«, declararon.
Asimismo, exigieron la detención de Juan Flores, alias «El Chorizo», a quien señalan como el principal responsable de la violencia en el ejido, así como de Manuel Utría, su presunto cómplice. También pidieron la captura de Francisco Eduardo Gutiérrez Martínez y Miguel Vázquez Gutiérrez, a quienes identifican como líderes del grupo Hermandad.
«Estamos dispuestos a morir defendiendo nuestra madre tierra porque en ella nacimos y en ella vivimos», sentenciaron los ejidatarios, quienes también condenaron la presunta complicidad de los Pakal con el crimen organizado, al que denominaron «Narcokarma de Tila».
CONFLICTO EJIDAL
Desde 2024, la violencia en Tila se ha exacerbado debido a un conflicto ejidal. En junio pasado, los habitantes se vieron obligados a desplazarse de sus hogares, dejando el pueblo vacío. Según el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, el ejido enfrenta una grave crisis de violencia.
Entre el 4 y el 7 de junio el centro de Frayba indiformó que un grupo armado irrumpió en el poblado y cometi asesinatos, agresiones sexuales contra mujeres, ataques armados, incendios de viviendas y saqueos. Durante esos días, los habitantes permanecieron resguardados en sus domicilios.
El 7 de junio, tras la entrada del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y corporaciones estatales, más de cuatro mil civiles huyeron hacia otras localidades. En los días siguientes, el desplazamiento continuó y, según diversas fuentes, el número de víctimas del desplazamiento forzado oscila entre seis mil y doce mil. Algunas de las comunidades donde se refugiaron fueron Yajalón, Petalcingo, El Limar y Salto de Agua.
El Gobierno federal informó que busca alcanzar un acuerdo entre dos agrupaciones armadas que se encuentran en conflicto desde hace aproximadamente cinco décadas, cuando se otorgó una dotación ejidal que incluyó a la población local, lo que generó el enfrentamiento.