Hedy Lamarr: pionera en la tecnología que dio origen al Internet inalámbrico.

Hedy Lamarr: pionera en la tecnología que dio origen al Internet inalámbrico.

Hedy Lamarr, famosa actriz de Hollywood, fue también una inventora pionera. Durante la Segunda Guerra Mundial, desarrolló junto al compositor George Antheil un sistema de comunicación inalámbrica que sería clave para tecnologías como el Wi-Fi y el Bluetooth. Su legado va más allá del cine, dejando una marca indeleble en el mundo de la innovación.

Hedy Lamarr, nacida como Hedwig Eva Maria Kiesler el 9 de noviembre de 1914 en Viena, Austria, es conocida mundialmente por su carrera en Hollywood, pero su legado trasciende las pantallas. Además de ser una de las actrices más emblemáticas de su tiempo, Lamarr fue una inventora pionera en el campo de las telecomunicaciones, contribuyendo al desarrollo de tecnologías que hoy en día son fundamentales, como el Wi-Fi, Bluetooth y las comunicaciones satelitales.

De la pantalla a la innovación

Lamarr saltó a la fama por su participación en la película Éxtasis (1933), en la que protagonizó la primera escena de desnudo integral en la historia del cine comercial. Sin embargo, su carrera en Hollywood comenzó tras huir de su esposo, Friedrich Mandl, un rico fabricante de municiones que tenía estrechos lazos con el régimen nazi. La actriz, que había sido sometida a un estricto control por parte de su marido, escapó en una arriesgada fuga a París, desde donde continuó su carrera en el cine estadounidense bajo el manto de Louis B. Mayer, jefe del estudio Metro-Goldwyn-Mayer.

Su ascendente carrera en Hollywood culminó en 1949 con su papel de Dalila en Sansón y Dalila, dirigida por Cecil B. DeMille. A lo largo de los años, Lamarr fue una de las figuras más cotizadas, actuando en películas como Lady of the Tropics (1939) y White Cargo (1942). Sin embargo, más allá de su fama en el cine, Lamarr cultivó una pasión secreta: la ingeniería.

Innovadora en tiempos de guerra

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Hedy Lamarr combinó su inteligencia y creatividad para desarrollar un sistema de comunicaciones que pudiera evitar las interferencias de las fuerzas enemigas en las transmisiones de radio. Junto al compositor George Antheil, inventó un sistema de espectro ensanchado basado en la conmutación de frecuencias, patentado en 1942 bajo el nombre de Sistema de comunicación secreta.

Este innovador sistema fue diseñado para guiar torpedos teledirigidos sin que las fuerzas enemigas pudieran interferir con las señales. Aunque la Armada de los Estados Unidos no adoptó la tecnología hasta la década de 1960, los principios de la invención de Lamarr y Antheil sentaron las bases para las tecnologías modernas de comunicaciones inalámbricas, como el Wi-Fi y el Bluetooth. Lamarr, sin embargo, no recibió reconocimiento en vida por su invención. Fue solo décadas después, en 2014, que fue incluida en el National Inventors Hall of Fame en reconocimiento a su contribución.

Un legado de innovación y lucha

A pesar de su éxito en el cine y sus logros científicos, Lamarr tuvo una vida personal llena de desafíos. Su autobiografía, Ecstasy and Me, revela detalles de sus relaciones tumultuosas, incluido su matrimonio con Mandl, quien trató de controlar su vida y carrera. Tras escapar de él, Lamarr continuó enfrentando dificultades en Hollywood, a menudo luchando por ser tomada en serio como inventora. A lo largo de su vida, también desarrolló otros inventos, como un semáforo mejorado y una bebida efervescente, aunque ninguno de estos proyectos alcanzó el éxito de su trabajo en telecomunicaciones.

En su vejez, Lamarr se retiró del ojo público y pasó los últimos años de su vida en Florida, donde pasó horas al día hablando por teléfono, en lugar de mantener contacto personal con amigos o familiares cercanos. La actriz murió el 19 de enero de 2000, a los 85 años, dejando un legado duradero tanto en el cine como en la ciencia.

Un reconocimiento tardío

A lo largo de los años, la figura de Hedy Lamarr ha sido reconocida más allá de sus logros en la pantalla. En 1997, recibió el Premio Pioneer de la Electronic Frontier Foundation, y en 2006, el municipio de Viena dedicó una calle en su honor. Aunque su nombre no se asoció inmediatamente con sus avances tecnológicos, su invención del salto de frecuencia ha sido clave para el desarrollo de la tecnología moderna y continúa siendo una fuente de inspiración para mujeres en la ciencia y la tecnología.

El reconocimiento tardío de Lamarr como inventora y la inclusión de su nombre en el panteón de los grandes innovadores demuestran que su contribución a la ciencia fue tan trascendental como su éxito en el cine. Hedy Lamarr no solo fue una estrella de cine, sino una pionera en las telecomunicaciones que ayudó a dar forma al futuro de la comunicación inalámbrica.

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