Las creadoras de contenido en plataformas como OnlyFans siguen siendo víctimas de situaciones extremas de violencia y desprecios que desembocan en tragedias. Casos como el de Carol Maltesi, asesinada brutalmente en 2022, y el reciente hallazgo de Maria Kovalchuk en Dubái, evidencian la vulnerabilidad de estas mujeres.
En los últimos años, OnlyFans se ha establecido como una plataforma clave para muchas personas que desean compartir contenido adulto o explícito y obtener ingresos por ello. Sin embargo, las mujeres creadoras de contenido en este espacio enfrentan un estigma profundo y un desprecio social injustificado. En los últimos meses son varias las creadoras que han sido violentadas, asesinadas o han perdido la vida en circunstancias misteriosas y alarmantes.
En enero de 2022, cuando Carol Maltesi, una estrella italiana de OnlyFans, fue asesinada de forma brutal. La joven de 26 años fue cortada en pedazos, y su identidad solo pudo ser confirmada gracias a sus tatuajes. Su asesino, Davide Fontana, relató que ambos estaban grabando un video pornográfico cuando, en un arrebato de violencia, la golpeó con un martillo y posteriormente le cortó el cuello. Este caso no solo estremeció a Italia, sino que también puso en evidencia el nivel de desprecio hacia las personas que trabajan en esta industria, como si su valor de vida fuera menor por el simple hecho de ser creadoras de contenido sexual.
Otro caso que resaltó la vulnerabilidad de estas mujeres ocurrió en octubre de 2024, cuando la modelo brasileña Adriana Vieira, famosa en OnlyFans, murió tras asistir a una fiesta en un yate en Miami. A pesar de las circunstancias que rodean su muerte, que aún no han sido esclarecidas, su trágico destino refleja una vez más el riesgo al que están expuestas las creadoras de contenido que, aunque son vistas como figuras públicas, siguen siendo víctimas de violencia y desprecios sociales.
Más recientemente, en enero de 2025, Anna Polly, otra estrella de OnlyFans de Brasil, falleció de manera misteriosa tras caer desde un balcón de un hotel. Las primeras hipótesis apuntaron a un posible suicidio, pero más tarde las autoridades descartaron esta opción, lo que mantiene abierta la posibilidad de un crimen. Este tipo de muerte no solo resalta la precariedad de la seguridad en la que viven estas creadoras, sino también la falta de empatía que muchas veces la sociedad tiene hacia ellas debido a los prejuicios sobre su trabajo.
A lo largo de 2025, varios casos similares han continuado emergiendo. La trágica historia de Juli Luxie, de 21 años, encontrada muerta en su casa en Francia, pone de manifiesto otro aspecto inquietante: las adicciones que, en algunos casos, afectan a las personas que se exponen constantemente al público a través de redes sociales y plataformas de contenido para adultos. Las botellas de óxido nitroso, conocido como gas de la risa, encontradas en su apartamento, ilustran cómo, en ocasiones, el acceso a sustancias peligrosas se convierte en un refugio para quienes enfrentan presiones sociales y emocionales.
Maria Kovalchuk fue encontrada gravemente herida en Dubái después de estar desaparecida durante varios días, agrega una capa aún más compleja al panorama. Maltratada y ensangrentada, Kovalchuk había asistido a una fiesta organizada por promotores del mundo del modelaje. Su desaparición durante días dejó a su entorno familiar y a sus seguidores en un estado de desesperación, mientras se especulaba sobre el tipo de trato que había recibido antes de ser hallada en condiciones críticas.
El trabajo sexual y las plataformas que permiten su explotación siguen siendo vistas por muchas personas como una forma de «marginalidad» que justifica, de alguna manera, la violencia que estas mujeres padecen.